miércoles, 2 de octubre de 2013

¿Aceptamos su Grandeza o lo cuestionamos?



Oh Señor, soberano nuestro, ¡qué imponente es tu nombre en toda la tierra!    ¡Has puesto tu gloria sobre los cielos! 
Salmo 8:1.


Lectura: Salmo 8:1-8.  Versículo del día: Salmo 8:1.

MEDITACIÓN DIARIA

¿Nos maravillamos de la grandeza de Dios, o somos tan ignorantes que nos creemos partícipes de su creación? Su grandeza es inescrutable. El hombre en su investigación puede ir descubriendo nuevos planetas o galaxias, pero  nadie puede decir que creó el astro rey o una diminuta piedra. ¡Quien no se maraville de tan grande creación está ciego!  No ve o no quiere ver, porque en su corazón hay rebeldía, prepotencia y egoísmo y no puede aceptar al Dios Omnipotente y Soberano, creador de cielos y de tierra.
Es el mismo Señor quien cada día hace que el sol salga en la mañana, y se oculte en el atardecer.  Es Él quien permite que de la tierra brote el alimento para el hombre y para los animales.  Nadie, absolutamente nadie puede detener el tiempo y decir ‘yo lo hice’. Bien le hacía reflexionar el Señor a Job cuando le preguntaba ¿dónde estaba él como humano, mientras Él como  Dios Soberano Omnipotente creaba el universo?
Tenemos dos opciones: nos sentarnos a meditar en su grandeza o le cuestionamos por  su creación, creyendo que lo hubiéramos hecho mejor. “¿Corregirá al Todopoderoso quien contra él contiende?  ¡Que le responda a Dios quien se atreve a acusarlo!” (Job 40:2). Y si lo cuestionamos,  entonces contestémonos también las preguntas que el Señor le hizo a Job. Valdría la pena leer Job 38:1-41:34. Dios responderá también: “Si es así, cúbrete de gloria y esplendor; revístete de honra y majestad” (Job. 40:10).

Amado Señor: Reconocemos tu primacía y majestad porque eres el Creador de todo cuanto existe en los cielos, en los mares y en la tierra. Tu grandeza Señor es incuestionable. Eres el Majestuoso Rey, Señor del universo y nosotros no somos nada más que un pedacito de tu creación; solo que por tu bondad y amor nos has entronizado sobre la obra de tus manos sin merecerlo.

Un abrazo y bendiciones. 

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