Pero tú, Señor, me rodeas cual escudo; tú eres mi gloria; ¡tú mantienes en alto mi cabeza!Salmo 3:3.
Lectura diaria: Salmo 3:1-8. Versículo principal: Salmo 3:3.
REFLEXIÓN
Mis sobrinos de pequeños tenían
un perro Pastor Collie y cuando los mandaban a la calle por algún encargo, el
perrito se iba rodeándolos todo el camino. Si me era hermoso e impresionante
ver este espectáculo, ¿cuánto más me parecerá el saber que el Señor nos va
rodeando con su escudo? Él está alerta
para defendernos ante cualquier ataque del enemigo. No solamente eso, es nuestra gloria; por Él
triunfamos, por Él cosechamos éxitos y por Él nuestra cabeza no se agacha, está
siempre erguida.
Mantener la cabeza en alto, es
misericordia del Señor; es vivir
sabiendo que somos especiales, que tenemos el sello del Espíritu Santo; que
nada ni nadie podrá hacernos daño si no es con el permiso de nuestro Padre
celestial, porque: Si Dios está conmigo, ¿quién contra mí? (Romanos 8:31). Es tener la certeza que no existirá ninguna
cosa creada que nos pueda separar de su amor (Romanos 8:38-39). Deuteronomio 28:13 dice: “El Señor te pondrá
a la cabeza, nunca en la cola. Siempre
estarás en la cima, nunca en el fondo”; y si estamos en la cima es porque con
orgullo del sano podemos exclamar: ¡Mi Señor me tiene ahí!
Ante las adversidades es el Señor
quien nos sostiene y nos vive recordando su amor y compasión. Con su voz amorosa nos infunde nuevas fuerzas
para que tengamos la confianza y seguridad de seguir adelante. “El Señor es mi fuerza y mi escudo; mi
corazón en él confía; de él recibo ayuda” (Salmo 28:7).
Si nuestra relación con Dios está
marchando bien, no podemos decir que somos fracasados, somos victoriosos; victoriosos en Cristo Jesús,
¡más que vencedores por medio de Aquel que nos amó! Vamos bien derechos con la frente en alto y
ufanándonos de las bondades del Señor.
Él es mi Dios amoroso, mi amparo,
mi más alto escondite, mi libertador, mi escudo, en quien me refugio. Él es quien pone los pueblos a mis píes” (Salmo
144:2); por eso te daré gracias con mi corazón gozoso porque en cada instante
de mi vida estás ahí, manteniendo en alto mi cabeza.
Un abrazo y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario