miércoles, 10 de octubre de 2012

Ofrecer lo que sabemos enseñando a otros

Esdras se había dedicado por completo a estudiar la ley del Señor, a ponerla en práctica y a enseñar sus preceptos y normas a los israelitas.  
 Esdras 7:10.

Lectura diaria: Esdras 7:1-10.  Versículo principal: Esdras 7:10.

REFLEXIÓN

Creo que para Esdras debió ser motivo de gozo y de orgullo, el tener que enseñar sus preceptos y normas a los israelitas, ya que Artajerjes, rey de Persia viendo en él su conocimiento sobre la ley del Señor le había mandado hacerlo, más si se tiene en cuenta que su condición era de cautivo y se lo ordenaba alguien que no era de su pueblo: “Por cuanto tú, Esdras, posees la sabiduría de Dios, serás el encargado de nombrar funcionarios y jueces para que juzguen a los habitantes de la provincia al oeste del río Eufrates, es decir, a todos los que conocen la ley de Dios.  Pero a quienes no la conozcan, enséñasela” (Esdras 7:25).  Pero Esdras, “Gozaba de la simpatía del rey, y el Señor su Dios estaba con él” (v. 6 en la lectura).
Cuando se hacen las cosas bien, por el camino correcto que Dios nos manda, obtenemos su aprobación y andamos seguros porque las bendiciones no se hacen esperar: “El justo se ve coronado de bendiciones” (Proverbios 10:6a).  Esdras, no solamente se había dedicado a estudiar la ley del Señor, sino que también la ponía en práctica, lo que le permitió a su vez, enseñar y dirigir a otros.
Bonita lección dejada para los creyentes.  Todos somos discípulos pero también podemos ser maestros; no es correcto guardarnos lo que sabemos y conocemos del Señor, porque eso hace parte de los talentos repartidos y debemos multiplicarlo.  Dios nos llama a ser productivos, a llevar fruto que permanezca para siempre: “Mi Padre es glorificado cuando ustedes dan mucho fruto y muestran así que son mis discípulos”; “y los comisioné para que vayan y den fruto, un fruto que perdure” (Juan 15:8 y 16b).  Y es un mandato dejado por el mismo Señor Jesucristo.

Amado Señor: Ayúdanos a ser fieles a ti y darte lo mejor que tenemos, enseñando a otros tu Palabra.

Un abrazo y bendiciones.

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