El perezoso ambiciona y nada consigue; el diligente ve cumplidos sus deseos”Proverbios 13:4.
Lectura diaria:
Proverbios 13.1-25. Versículo principal:
Proverbios 13:4.
REFLEXIÓN
La pereza es un mal
que aqueja a muchísima gente, pero últimamente se ha generalizado más
especialmente entre los jóvenes por causa de la misma tecnología que todo nos
facilita de manera ágil y rápida. Aparte
de esto, otros se han acostumbrado infortunadamente a la plata fácil y cuando se
trata de un trabajo digno le sacan el cuerpo.
La Biblia nos deja
una enseñanza muy bonita a través de las hormigas, que deberíamos poner en
práctica: “¡Anda perezoso, fíjate en la hormiga! ¡Fíjate en lo que hace y adquiere
sabiduría! No tiene quien la mande, ni
quien la vigile ni gobierne; con todo, en el verano almacena provisiones y
durante la cosecha recoge alimentos” (Proverbios 6:5-8). La hormiga trabaja incansablemente con total
responsabilidad; su meta: provisionarse para el tiempo del invierno cuando le
es difícil buscar alimento. Lo planea,
lo ejecuta y obtiene la recompensa. Deberíamos de seguir su ejemplo.
La persona
perezosa, es aquella que no tiene metas ni propósitos; su vida está vacía
porque se convierte en un ser holgazán y si no tiene quien vele por ella, se
convertirá poco a poco en un indeseable.
La pobreza lo asaltará como un bandido, y al escasez como un hombre
armado (Proverbios 6:11). Todo porque no
fue cultivando el deseo de trabajar ni de surgir en la vida y poco a poco aún
después de viejo quiere seguir siendo mantenida por los suyos. La Biblia dice que el que no trabaje que no
coma, y así debería ser puesto que si miramos objetivamente, el trabajo es una
bendición y no hay nada más agradable que alcanzar lo deseado con base en una
labor remunerada. El deseo cumplido es árbol de vida y endulza el alma
(vv. 12b y 19a en la lectura).
No nos dejemos
llevar por la flojera y la falta de proyectos.
Empecemos a planear nuestros anhelos y deseos, y trabajemos fuertemente
para verlos cumplidos.
Amado Señor: Te
pedimos que nos enseñes a ser diligentes con nuestra vida, proyectando metas que nos produzcan la satisfacción plena
de los objetivos logrados.
Un abrazo y
bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario