El camino de Dios es perfecto; la palabra del Señor es intachable. Escudo es Dios a los que en él se refugian.Salmo 18:30.
Lectura diaria: Salmo
18:25-36. Versículo principal: Salmo
18:30.
REFLEXIÓN
En ocasiones se reniega por lo
que nos pasa y peleamos con Dios porque no se entiende la situación. Se nos olvida que con Dios todas las cosas nos ayudan a bien. Muchas veces el Señor pone una dificultad
porque ésta se torna en el escape de una adversidad. En el momento podemos no entenderlo, es con
el tiempo inmediato o a largo plazo que retrocedemos y nos damos cuenta que si
no hubiese sido por ese percance, el escenario hubiese sido dramático.
Considero que este versículo está
entrelazado: el camino de Dios es perfecto porque está basado en su Palabra que
es verdad y sus ordenanzas justas y
eternas (Salmo 119:160). Entonces, si creemos en su Palabra debemos refugiarnos
siempre en ella para obtener la protección que el Señor quiere proporcionarnos,
al llevarnos por el sendero que sabe es el mejor porque es el más nos conviene.
Si nos ceñimos a obedecer sus
preceptos muy seguramente vamos a entender todos sus designios y así nos duelan
algunos, debemos saber que en la vida del cristiano nada es casualidad, todo
tiene un propósito. No nos quejemos tanto; démosle gracias a Dios por lo bueno
y por lo malo que nos suceda. No miremos
el “por qué me pasó esto” sino “para qué me pasó”; Dios no tardará en darnos su
respuesta. Dejemos en sus manos cada día
y que sea el Señor trazando nuestro caminar, porque Él es fiel con sus hijos y
nunca se equivoca ni pierde el control del timonel por donde nos quiere
dirigir.
Amado Señor: gracias por estar
siempre pendiente de nosotros. Hoy te entregamos
todo pensamiento y acción confiando plenamente en ti. Llévanos de tu mano por la senda que
consideras la mejor para transitar.
Un abrazo y bendiciones.
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