Cuando los fundamentos son destruidos, ¿qué le queda al justo?Salmo 11:3.
Lectura diaria: Salmo
11:1-7. Versículo principal: Salmo 11:3.
REFLEXIÓN
Los fundamentos son las bases de
nuestra vida; aquellas cosas en que nos apoyamos y sobre las que estamos
construidos. Los cristianos tenemos el
fundamento cimentado en la fe, basados en Dios y su Palabra. La confianza está puesta en el Señor
Jesucristo y en Él se asienta nuestra seguridad: “Porque nadie puede poner un
fundamento diferente del que ya está puesto, que es Jesucristo” (1 Corintios
3:11). ¡Un fundamento tan fuerte no
puede ser destruido! Está arraigado,
sembrado y abonado en buena tierra, cual árbol frondoso. De esta manera no importa que lleguen las
lluvias torrenciales ni los fuertes vientos.
Está claro que el mundo en que
vivimos quiere destruir todo aquello que sabemos va en contra de la Palabra de
Dios: se fomenta la inmoralidad sexual, el irrespeto por los superiores, la
avaricia, el fraude, la mentira, el robo y la violencia. Se atenta de diversas formas con la vida aún
sin ni siquiera haber nacido, se cambian las reglas del verdadero matrimonio,
etc, etc. Bien sabemos que el príncipe
que quiere reinar y gobernar es el padre de la mentira; el enemigo Satanás y es quien con sus artimañas y ardides
engaña a la gente y quiere confundir también a los cristianos. No importa que la maldad esté invadiendo
todas las esferas; nosotros, llamados los justos por misericordia del Señor,
somos los encargados de hacer la diferencia.
Somos la sal de la tierra y una característica de la sal es que sirve
para preservar, para que no se dañen los alimentos; entonces, somos los
encargados de preservar la sociedad en que vivimos; de poner el sabor diferente
a través de la evangelización, con el sazón que nos debe caracterizar.
Estamos viviendo como en los
tiempos de Noé; la maldad se ha acrecentado.
Tenemos que permitir que muchos
otros puedan entrar al Arca y salvarse también del castigo eterno. Anunciarles las Buenas Nuevas de salvación
como la sal de la tierra que somos, convencidos de que nadie puede destruir el Fundamento mayor sobre
el cual estamos cimentados.
Señor: Permite que podamos llevar
tu mensaje de salvación entendiendo la responsabilidad que asumimos para
afrontar todos los impactos que se disparan frente a los fundamentos que Tú has
establecido.
Un abrazo y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario