Si verbalmente te has comprometido, enredándote con tus propias palabras…Proverbios 6:2.
Lectura diaria: Proverbios
6:1-5. Versículo principal: Proverbios
6:2.
REFLEXIÓN
Dios nos llama a ser muy
prudentes y obrar con sensatez. Sin
embargo, fácilmente nos dejamos llevar por impulsos y sin pensarlo, obramos
comprometiéndonos sin darnos cuenta que inclusive podemos no solamente
perjudicarnos personalmente sino a los nuestros.
Dice el versículo 1: “Si has
salido fiador de tu vecino, si has hecho tratos para responder por otro”; conocí
el caso de una pobre señora que le sirvió de fiadora a un familiar suyo que no
respondió, y ella no solamente perdió su casa sino su matrimonio. Este fue motivo para la separación con su
esposo, aparte de la recriminación por parte de sus hijos. Se quedó totalmente en la calle y en completa
soledad. Quien lo hace se expone a
perder sus bienes y su patrimonio como en el caso narrado: “No te comprometas
por otros ni salgas fiador de deudas ajenas; porque si no tienes con qué pagar,
te quitarán hasta la cama en que duermes” (Proverbios 22:26-27).
Si bien la Biblia dice que no
neguemos un favor a quien lo pida (Proverbios 3.27), debemos también tener en cuenta
la parte que sigue: “si en tu mano está el otorgarlo”. Considero que es tan delicado servir de
fiador, máxime cuando está en juego un bien que incluye por lo general al grupo
familiar, que no se puede pensar como una sola persona sino en el bienestar de
la familia; esto no es envidia ni egoísmo, es obrar con sensatez. Dios nos manda a actuar con inteligencia y
por consiguiente debemos en estos casos proceder con la mayor prudencia: “El
que es imprudente se compromete por otros, y sale fiador de su prójimo”
(Proverbios 17:18).
“Si quieres librarte, hijo mío,
éste es el camino: Ve corriendo y humíllate ante él; procura deshacer tu
compromiso. No permitas que se duerman
tus ojos; no dejes que tus párpados se cierren.
Líbrate como se libra del cazador la gacela, como se libra de la trampa
el ave” (vv. 4-5 en la lectura). Creo
que si no fuera tan delicado este asunto, no estaría escrito de la manera
alarmante como está. Dios lo que menos
quiere es vernos metidos en problemas y para eso es que precisamente nos ha dejado
su Palabra; para que la leamos y la pongamos en práctica.
Ahora bien, he escuchado algo muy
sabio: si se quiere hacer un favor de esta clase, entonces tener el
convencimiento de que será con la responsabilidad de no tomarlo como favor sino
como un regalo. Esto quiere decir que si
le toca pagar, lo haga sin lugar a recriminaciones ni ofensas. Mi recomendación es que cada cual actúe como
Dios le ponga en el corazón, recordando que nos llama a vivir en paz: “El
fiador de un extraño saldrá perjudicado; negarse a dar fianza es vivir en paz”
(Proverbios 11:15).
Amado Señor: Te pedimos nos des
el carácter suficiente para cuando tengamos que decir “No”. Enséñanos a obrar con prudencia y sensatez
sin herir las susceptibilidades de los demás.
Un abrazo y bendiciones.
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