Y cuan incomparable es la grandeza de su poder a favor de los que creemos. Ese poder es la fuerza grandiosa y eficaz que Dios ejerció en Cristo cuando lo resucitó de entre los muertos y lo sentó a su derecha en las regiones celestiales.Efesios 1:19-20.
Lectura diaria: Efesios
1:1-23. Versículos: Efesios 1:19-20.
REFLEXIÓN
A veces creemos que no seremos capaces
de resistir las nuevas pruebas que se nos presentan. Es como seguir sintiendo un peso abrumador de
nunca acabar; no podemos negar que la confianza se debilita. Sin embargo, hay alguien más poderoso de lo
que creemos para permitirnos continuar y que cada nuevo amanecer se convierta
en la esperanza diaria para sostenernos.
“Y cuan incomparable es la
grandeza de su poder a favor de los que creemos. Ese poder es la fuerza grandiosa y eficaz que
Dios ejerció en Cristo cuando lo resucitó de entre los muertos y lo sentó a su
derecha en las regiones celestiales”. ¿Si Dios levantó a Cristo Jesús de entre
los muertos, le quedará grande algún problema nuestro? Dios es especialista en solventar lo que el
hombre llama “imposible”. Nuestra mente
dice: “imposible arreglar nuestras finanzas”; “imposible sacar avante mi
matrimonio”; “imposible que mi hijo siga al Señor”; “imposible curarme de esta
enfermedad”. Gracias a Dios para Él no
existen los imposibles que tanto nos atormentan.
Ese poder de Dios está disponible
para nosotros los cristianos. Es la
fuerza grandiosa y eficaz que Dios también produce frente a nuestras
aflicciones. No estamos solos; recibimos
en el corazón al Señor, Grande y Majestuoso; al que está a la derecha del Padre
intercediendo por cada uno de nosotros, para que la grandeza de su poder se
manifieste plenamente en los suyos, en los que le pertenecen.
Convenzámonos de que no hay poder
humano ni enemigo tal, que pueda sobrepasar el poder glorioso de Jesús nuestro
Señor. Él está “muy por encima de todo gobierno y autoridad, poder y dominio…
Dios sometió todas las cosas al dominio de Cristo” (vv. 21 y 22), precisamente
para que los creyentes que siguen su camino puedan afrontar las situaciones
adversas con el poder sobrenatural que solamente procede de Dios Padre y para
que cada día se convierta en una nueva esperanza que nos motiva a no
desfallecer.
Amado Padre celestial: gracias
por regalarnos el poder tuyo para sobrellevar las vicisitudes cotidianas. Definitivamente ese grandioso poder se
manifiesta cuando más débil estamos y se convierte en la dosis diaria de
esperanza.
Un abrazo y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario