martes, 6 de marzo de 2012

El amor y la oración por Jerusalén

Mas alégrense por Jerusalén, y regocíjense por ella, todos los que la aman; salten de alegría, todos los que por ella se conduelen.
Isaías 66:10.


Lectura diaria: Isaías 66:10-16. Versículo principal: Isaías 66:10


REFLEXIÓN


Nadie que conozca al Señor como Salvador y tenga una relación personal con Él puede decir que no ama a Israel. El anhelo de todo cristiano es pisar esa tierra por donde el Señor pasó, e hizo tantos milagros. Visitar el Monte de los Olivos, recorrer el camino del Calvario y comprobar con nuestros mismos ojos esa tumba vacía, debe ser una experiencia maravillosa y un deseo cumplido. Ningún otro líder, ni religioso, ni político puede darse ese lujo de tener su tumba vacía porque haya resucitado. Solamente nuestro Dios, Señor y Salvador Jesucristo se levantó de entre los muertos y vive para siempre a la derecha de Dios Padre y en los corazones de todo el que lo deje habitar en su vida. Dios nos manda orar por Jerusalén, para que haya paz y seguridad en esa ciudad “Pedid por la paz de Jerusalén; Sean prosperados los que te aman” (Sal. 122:6-7 VRV); no es si queremos, es una orden. Además será nuestra ciudad futura y siempre deseamos que lo nuestro sea lo mejor en todo sentido.

Israel es tan importante para Dios que por eso el enemigo vive perturbándola. A toda hora escuchamos atropellos e improperios contra ellos; pero nos guste o no, Israel seguirá siendo el pueblo escogido de Dios y sobre ella gira el mundo. De ahí tanta guerra en el Medio Oriente; por eso es necesario que nosotros que la amamos como si fuera también nuestra patria, estemos orando constantemente por esa nación.

Desde ahora, propongámonos en nuestro devocional diario a orar por esa tierra bendita y divina: la tierra de nuestro amado Señor Jesucristo; recibiremos recompensa porque seremos prosperados.


Señor: No entendemos los designios que tienes frente al mundo pero sabemos que todo lo escrito se cumplirá. Israel es tu nación y Jerusalén tu santa ciudad; te pedimos que allí reine la paz, la concordia, el amor y la tolerancia para que toda persona sepa que eres el Rey del universo y que tus profecías se cumplirán al pie de la letra para la gloria y honra tuya.

Un abrazo y bendiciones.

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