domingo, 25 de marzo de 2012

Convertir las aguas turbias en claro manantial

Dichoso el que tiene en ti su fortaleza, que solo piensa en recorrer tus sendas. Cuando pasa por el valle de las Lágrimas lo convierte en región de manantiales.
Salmo 84:5-6.


Lectura diaria: Salmo 84:1-12. Versículos principales: Salmo 84:5-6


REFLEXIÓN


Cada vez que leo este versículo viene a mi memoria la película de Roberto Benigni “La vida es bella”. El padre con su pequeño hijito son deportados a un campo de concentración nazi y allí Guido (padre), le inventa un juego de escondite a su niño, para que no se dejen atrapar de los “gruñones” guardias alemanes. A todo lo trágico, le da una vuelta completa y lo convierte en algo positivo. Puede ser un juego, pero este juego nos deja una gran lección para la vida.

Creo que esto exactamente encierra lo que es vivir diariamente en los atrios del Señor. Es a pesar de las dificultades, mirar más allá; encontrarle un trasfondo a cada situación y convertir ese valle de tristezas en un claro manantial. Los problemas y las dificultades siempre estarán con nosotros; así que no se pueden evadir. Entonces, la fortaleza consiste no en eludir lo adverso, sino en enfrentarlo con todo el ánimo de nuestro ser y con los ojos puestos en nuestro Salvador. “Si en el día de la aflicción te desanimas, muy limitada es tu fortaleza” (Pr. 24:10).

Empecemos por cambiar la percepción de cuanto nos rodea, no sigamos viendo solo lo malo a nuestro alrededor. Por ejemplo: ¿mucha lluvia? ¡Sí, claro que si! Pero esos lirios que se levantan majestuosos no estarían adornando los jardines si no hubiese lluvia. Considero que de este modo, poco a poco nos iremos llenando de optimismo y empezaremos a vislumbrar diferente el panorama. También es una manera de poner cada uno el granito de arena de cambio que tanta falta le hace a nuestra sociedad.


Señor: Gracias por nuestras vidas, familias y este suelo que pisamos que se llama Colombia. Bien sabemos cuanta necesidad hay de un cambio radical aquí, pero enséñanos a mirar el horizonte con otros ojos y ser portadores en todo momento de tu paz.


Un abrazo y bendiciones.


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