domingo, 4 de marzo de 2012

Caminar no correr


Ordena a los israelitas que se pongan en marcha
Éxodo 14;15b.


Lectura diaria: Éxodo 14:8-30. Versículo principal: Éxodo 14:15b.


REFLEXIÓN


Ante la persecución del faraón y su ejército, los israelitas tuvieron miedo y empezaron a reclamar y murmurar: “–no tengan miedo –les respondió Moisés–. Mantengan sus posiciones que hoy mismo serán testigos de la salvación que el Señor realizará en favor de ustedes…”; “Ustedes quédense quietos que el Señor presentará batalla por ustedes” (vv. 13 y 14). Más adelante se nos cuenta la grandeza de Dios al abrir el Mar Rojo y permitirle el paso a los suyos, mientras que los egipcios fueron arrollados por las aguas al volver a cerrar el Señor el mar (vv. 26-29).

¿Cuántas veces somos iguales a los israelitas? No le creemos a Dios y a pesar de que nos diga: “Yo estoy luchando por ustedes, quédense quietos manteniendo su posición firme hacia mí mientras yo combato con el enemigo”. Queremos ayudarle y empezamos a correr de un lado para el otro, dando brincos aquí y allá, olvidándonos que esperar en Dios es caminar no correr. Hay que ir al frente marchando pausadamente, sabiendo que la columna de fuego va delante de nosotros alumbrando el camino cuando hay oscuridad, y la de nube nos dirige exactamente por la senda correcta en tiempos buenos (Éx. 13:21-22). El Señor conoce todos nuestros caminos; sabe cuando nos sentamos y cuando nos levantamos. Así que Él nos ha visto reír, llorar, sufrir, gozar; siempre ha estado presente y nunca nos ha abandonado. Por más circunstancias difíciles y crisis que tengamos que pasar, Él va adelante abriéndonos paso y de nuestra parte debemos reconocerlo en todos los atafagos o dificultades; en las decisiones y circunstancias buenas, poniendo la mirada en lo que está adelante, corrigiendo lo que nos esté haciendo tropezar para no desviarnos ni a diestra ni a siniestra. Por eso hay que caminar, no correr.


Señor, gracias porque tu Santo Espíritu nos enseña a ir despacio y esperar con paciencia la obra maravillosa que harás en nuestra vida.


Un abrazo y bendiciones.

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