miércoles, 21 de marzo de 2012

Haz resplandecer tu rostro nuevamente

Restáuranos, Señor, Dios Todopoderoso; haz resplandecer tu rostro sobre nosotros y sálvanos.
Salmo 80: 7.


Lectura diaria: Salmo 80:1-19. Versículo principal: Salmo 80:7.


REFLEXIÓN


Así como el salmista Asaf dejaba ante el Señor todas sus quejas e inquietudes, reconociendo que en verdad el pueblo era pecador, nosotros también debemos humillarnos ante nuestro Dios y quizá con lágrimas exclamarle: “¡Vuélvete a nosotros, oh Dios Todopoderoso! ¡Asómate a vernos desde el cielo y brinda tus cuidados a esta vid! ¡Es la raíz que plantaste con tu diestra! ¡Es el vástago que has criado para ti!” (vv. 14-15).

No solamente debemos tener en cuenta lo personal; también debemos orar y pedir perdón por los pecados de los de nuestro hogar, los de la empresa e incluso los de la nación y del mundo. Ante tanta calamidad, tenemos que aprender a voltear los ojos ante el Señor y pedirle que derrame su compasión y misericordia sobre cada uno de éstos. Muchas veces las cosas no andan bien en casa y por más que nos esforcemos en agradar a Dios, puede quedar por fuera alguna transgresión oculta que no conocemos y es entonces, cuando es prioritario orar intercediendo por los nuestros.

“Por eso, así dice el Señor: Si te arrepientes, yo te restauraré y podrás servirme. Si evitas hablar en vano, y hablas lo que en verdad vale, tú serás mi portavoz. Que ellos se vuelvan hacia ti, pero tú no te vuelvas hacia ellos” (Jer. 15:19). Es un llamado a serle fiel al Señor dondequiera y con quienquiera que nos encontremos. No podemos permitir que el mundo nos contamine, somos la sal de la tierra y es nuestro deber poner ese ingrediente antes que lo dañino penetre y nos haga daño.

Reflexionemos sobre qué es lo que no deja que tengamos paz, sanidad o bienestar y pidamos perdón por ello, para que su rostro vuelva a brillar sobre nosotros.


“Nosotros no nos apartaremos de ti; reavívanos e invocaremos tu nombre. Restáuranos, Señor, Dios Todopoderoso; haz resplandecer tu rostro sobre nosotros y sálvanos” (vv.18-19).


Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: