domingo, 26 de febrero de 2012

El Santo que vivifica

Porque lo dice el excelso y sublime, el que vive para siempre, cuyo nombre es santo: “Yo habito en un lugar santo y sublime, pero también con el contrito y humilde de espíritu, para reanimar el espíritu de los humildes y alentar el corazón de los quebrantados”.
Isaías 57:15.


Lectura diaria: Isaías 57:14-21. Versículo principal: Isaías 57:15.


REFLEXIÓN


El Señor no solo se encuentra allá a lo lejos del horizonte, ni arriba en lo más alto del firmamento; puede estar tan cerca de una persona, como ésta se lo permita. La presencia del Señor en nuestras vidas se convierte en realidad cuando de verdad lo tenemos a Él como Señor y Salvador personal.

Dios nunca rechaza al de corazón arrepentido; le promete una relación: “cenaré con él y él conmigo” (Ap. 3:20c), y así lo cumplirá. Su presencia es real; precisamente para estar a nuestro lado en momentos de tristeza, levantarnos y animarnos; su fortaleza la lleva hasta lo más íntimo de nuestro ser, con el poder que procede de sus gloriosas riquezas (Ef. 3:16). A medida que caminamos a su lado, vamos adquiriendo seguridad en Él y su Palabra y aunque parezca que poco a poco nos vamos desgastando, la verdad es que su poder nos vivifica renovándonos día a día (2 Co. 4:16). Volaremos como las águilas, correremos sin fatigarnos y caminaremos sin cansarnos (Is. 40:31).

Lo único que tenemos que hacer es aceptar su invitación y abrirle la puerta del corazón (Ap. 3:30), para que siga y empiece a actuar. Le recibimos por fe y aunque no lo veamos le creemos, porque la fe es la garantía de lo que se espera (Hbr. 11:1). La fe se convierte en el combustible que le aplicamos para ver su gran poder obrando, más allá de lo que podamos comprender: “Al que puede hacer muchísimo más que todo lo que podamos imaginarnos o pedir, por el poder que obra eficazmente en nosotros” (Ef. 3:20).


Por vivir en nosotros; reanimarnos y sostenernos. Al Santo que nos vivifica:

¡A Él sea la gloria por los siglos de los siglos!


Un abrazo y bendiciones.

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