martes, 30 de noviembre de 2010

Defendamos nuestra fe

Es que han salido por el mundo muchos engañadores que no reconocen que Jesucristo ha venido en cuerpo humano. El que así actúa es el engañador y el anticristo
2 Juan 7.


Lectura diaria: 2 Juan: 1-13. Versículo del día: 2 Juan 7.


ENSEÑANZA


Nosotros los cristianos a veces pareciera que nos avergonzáramos de serlo porque podemos escuchar lo que se diga contra el cristianismo y sus representantes y nos quedamos callados. Dice el refrán que el silencio otorga. No sé por qué en ocasiones no nos levantamos con denuedo y defendemos aquello tan preciado como es la salvación regalada a través del Señor Jesucristo. Deberíamos tener el denuedo de los políticos o de los fanáticos del deporte en especial los del fútbol. Si miramos las noticias podemos encontrarnos con hombres que enfáticamente hacen respetar sus ideas políticas o deportivas; nosotros sin embargo, callamos cuando se empieza a despotricar contra el Evangelio. Tenemos que entender que a quien le interesa esta actitud es al mismísimo Satanás, pues su deseo es ver a la humanidad caída y perdida. Por otro lado, también debemos tener precaución con aquellos que se dicen ser y no lo son: con los falsos maestros. Sin lugar a dudas es otra invención del enemigo para desviar a los débiles y arrastrar con él a los incrédulos. No sé por qué es tan fácil creer lo que no es y en cambio desechar lo cierto. Considero que la naturaleza pecaminosa y don Sata juegan en esto un papel importante. Cuanta mentira haya el mundo la cree; Satanás es el padre de la mentira, por eso vemos multitud de religiones falsas compartiendo en las calles y haciendo verídico lo que es falso. Propongámonos levantarnos como una bandera, erguidos y resueltos de ahora en adelante cada vez que nos encontremos con gente que quiera desviarnos o que estén difamando contra lo que sabemos que son en realidad Dios y su Palabra y seamos capaces de disuadirlos con la mejor espada que tenemos: La Biblia, haciéndoles caer en cuenta lo que dice por ejemplo el evangelio de Juan: “Ustedes son de su padre, el diablo, cuyos deseos quieren cumplir. Desde el principio este ha sido un asesino, y no se mantiene en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando miente expresa su propia naturaleza, porque es un mentiroso. ¡Es el padre de la mentira! (Jn. 8:44). Recordemos que la Palabra de Dios es espada cortante y nunca regresa vacía.


Un abrazo y bendiciones.

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