¡Fíjense qué gran amor nos ha dado el Padre, que se nos llame hijos de Dios! ¡Y lo somos!1 Juan 3:1.
Lectura diaria: 1 Juan 3:1-10. Versículo del día: 1 Juan 3.1.
ENSEÑANZA
Cuando aceptamos al Señor Jesucristo como Señor y Salvador de nuestra vida nos convertimos automáticamente en hijos de Dios: “Más a cuántos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios” (Jn. 1:12). Si creemos lo que dice la Biblia creemos entonces en la obra redentora de Jesús que como Hijo de Dios vino a pagar en el momento propicio por nuestros pecados y transgresiones, Gálatas dice: “Pero cuando se cumplió el plazo, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a los que estaban bajo la ley, a fin de que fuéramos adoptados como hijos. Ustedes ya son hijos. Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama: <
Un abrazo y bendiciones.
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