lunes, 29 de noviembre de 2010

Testimonio Fiel y Verdadero

Aceptamos el testimonio humano, pero el testimonio de Dios vale mucho más, precisamente porque es el testimonio de Dios, que él ha dado acerca de su Hijo.
1 Juan 5:9.


Lectura diaria: 1 Juan 5:1-11. Versículo del día: 1 Juan 5:9.


ENSEÑANZA


Muy cierto el versículo del día. Cuán fácil es creer lo que nos afirman los humanos y qué difícil creerle a Dios. Creer en Dios no es solamente decirlo porque sí; es creer lo que dice su Palabra ya que ésta ha sido y seguirá siendo por siempre el manual que nos dejó para sabernos comportar aquí en la tierra. Su Palabra es viva, eficaz y tajante. Si afirma que Jesucristo es su Hijo es así; y que solamente a través de Él podemos lograr la vida eterna, es así; no hay vuelta de hoja. “Y el testimonio es éste: que Dios nos ha dado vida eterna, y esa vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida” (v. 11). Como dice cierto refrán: “más claro no canta el gallo”. Así de sencillo: El testimonio de Dios es fiel y verdadero porque su misma esencia lo define como tal “Luego vi el cielo abierto, y apareció un caballo blanco. Su jinete se llama Fiel y Verdadero… Está vestido de un manto teñido en sangre, y su nombre es el Verbo de Dios”; (Ap. 19:11, 13). El Verbo de Dios, no es más que su Hijo encarnado que vino a la tierra pero que estaba con el Padre desde el principio y todo por Él fue creado (Jn.1:1-18); vino a los suyos pero estos no le recibieron, “Más a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios” (Jn. 1.12). Quizá este devocional te ha dejado claro sobre quién en realidad es Jesucristo. Si nunca antes tuviste esa certeza, te invito hoy a decirle a Jesús que le recibes como Señor y Salvador. Es muy sencillo, si crees otras cosas vanas ¿por qué no creerle a Dios? Apocalipsis 3:20 dice que en este momento Jesús, está tocando a la puerta de tu vida, llamándote. Es tu decisión la que te permitirá entrar a la vida eterna o no. Si es afirmativo, podemos orar así: Padre Celestial, reconozco que no existe más testimonio Fiel y Verdadero, que el de tu propio Hijo enviado a la tierra para pagar por mis pecados. Jesucristo: te abro la puerta de mi vida y te acepto como Señor y Salvador de ella. Entra en mí y hazme la persona que quieres que yo sea. Gracias por perdonar mis pecados y darme la vida eterna. En tu nombre Jesús, amén. Es la mejor decisión que has podido tomar, no te arrepentirás de ella. ¡Felicitaciones!


Un abrazo y bendiciones.

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