domingo, 14 de noviembre de 2010

El cuándo y el cómo lo dispone Dios

En realidad para todo lo que se hace hay un cuándo y un cómo, aunque el hombre tiene en su contra un gran problema: que no sabe lo que está por suceder, ni hay quien se lo pueda decir.

Eclesiastés 8:6.


Lectura diaria: Eclesiastés 8:1-8. Versículo del día: Eclesiastés 8:6.


ENSEÑANZA


A veces creemos que en la vida ya todo lo tenemos o todo está listo para nosotros. En días pasados les hablaba sobre el pensar que “nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde”. El diario vivir es una nueva enseñanza. En estos días que está conmigo mi hermano mayor, he tratado de ser lo mejor para él y no quisiera que se esforzara en lo más mínimo puesto que su cirugía fue bastante delicada (trasplante de cadera), y él considera que no debo esforzarme tanto por su bienestar. Esto lo ha llevado a aprender a defenderse por sí solo y es increíble hasta dónde ha llegado. Sus palabras continuas son: “Déjame porque cuando esté solo quién me lo va a hacer” o me repite una frase de mi padre: “nadie sabe para dónde va, hasta que no llega” y así me duela que no se deje ayudar, tengo que reconocer que dice la verdad. Entre lo más difícil es quitarse y colocarse unas medias antiembólicas que son parecidas a las de la várice y si es complicado que se lo haga otra persona, ¿cómo lo ha logrado? Reconozco que en todo este proceso ha estado la mano del Señor con él y lo hablamos continuamente, dándole gracias a Aquel que puede llevarnos de su mano y llenarnos de su plenitud y sabiduría. Mi hermano tiene un caminador y un bastón; el bastón se ha convertido en su auxilio imprescindible. Primero se sienta en el borde de la cama, luego se baja las medias hasta la rodilla y después poco a poco con el bastón se las va quitando; como no se puede agachar, con el mismo palo del bastón las levanta y coloca en el sitio. Para ponérselas sube un poquito la pierna (hasta donde le indicó el médico), y con una paciencia de imitar va subiendo por la pierna (ayudado de su bastón) sus preciadas medias. No sé cómo no se le han roto. Por eso entiendo más que nunca el versículo de la lectura del día: “Hay un cuándo y un cómo” y solamente Dios lo pone de manifiesto en el momento preciso, porque en realidad nunca sabemos qué nos puede deparar el futuro y ahí considero que encaja la frase de mi padre. Ejemplos tenemos de maravilla: un señor pinta con los píes y otro lo hace con la boca. No te desanimes si te consideras sin talentos o con baja autoestima, llegará el momento en que Dios sacará a relucir aquello que tenías guardado y que en su tiempo llegará.


Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: