domingo, 25 de julio de 2010

Reconocimiento al Señor

Es él quien me arma de valor y endereza mi camino. Él es el Dios que me vindica.
2ª. Samuel 22:33 y 48”.


Lectura diaria: 2ª. Samuel 22:17-50. Versículo del día: 2ª. Samuel 22:33 y 48.

ENSEÑANZA

Cuando hacemos un análisis de lo que ha sido nuestra vida, tenemos que reconocer que de no haber sido por el Señor, no hubiésemos podido afrontar las dificultades. Así como nos llegan los problemas y las aflicciones, nos manda Dios también las salidas; y si no aparecen las salidas, su misericordia sobrenatural, nos permite continuar teniendo siempre el valor y coraje para volver a levantarnos y con la frente en alto proseguir el camino. “Él es quien me arma de valor y endereza mi camino”. Sí, únicamente este cometido lo puede lograr el Señor. Nos prodiga su paz verdadera y permite que veamos los problemas y vicisitudes con otra cara. ¡Su paz sobrepasa todo entendimiento! ¡Qué hermoso eres Señor! Estoy convencida que si no fuese por su amor y bondad, personalmente, no habría podido resistir, y desde hace mucho tiempo habría tirado la toalla. “Extendiendo su mano desde lo alto, tomó la mía y me sacó del mar profundo” (v. 17). Exactamente como ocurrió con su siervo David, creo que lo sigue haciendo con su pueblo: nosotros sus hijos. Y lo más lindo, no sólo nos extiende su mano, sino que además de eso, es Él quien nos vindica ante los transgresores. Nos pone a la cabeza, nos devuelve a la cima. ¡A Él quien todo lo hace como el buen Padre que es, sea toda la gloria y honor! “¡El Señor vive! ¡Alabada sea mi roca! ¡Exaltado sea Dios mi Salvador!”; “Por eso, Señor, te alabo entre las naciones y canto salmos a tu nombre” (vv. 47 y 50). ¡Bendito sea el nombre de nuestro Dios por siempre!

Un abrazo y bendiciones.

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