sábado, 24 de julio de 2010

Arrepentimiento sincero

Rásguense el corazón y no las vestiduras. Vuélvanse al Señor su Dios, porque él es bondadoso y compasivo, lento para la ira y lleno de amor, cambia de parecer y no castiga.

Joel 2:13.

Lectura diaria: Joel 2:12-17. Versículo del día: Joel 2:13.

ENSEÑANZA

Hasta el pecador más grande del mundo, si de verdad se arrepiente, Dios lo tendrá en cuenta y le perdonará sus pecados sin volverse acordar de ellos: “Tan lejos de nosotros echó nuestras transgresiones como lejos del oriente está el occidente” (Sal. 103:12). Dice su Palabra que lo hace “porque él es bondadoso y compasivo, lento para la ira y lleno de amor”. No solamente nos perdonará sino que nos dejará una bendición, cuando reconsidere nuestro proceder (Jl. 2:14). El Padre celestial, como buen Padre, me imagino que se sentará en su silla y escuchará con atención las palabras de aquellos que de verdad, desean dejar atrás sus transgresiones y volverse con corazón sincero a su Creador. Quizá estamos acostumbrados como dice el dicho: “peco, confieso y empato”, pero resulta que a Dios nadie puede engañar y así digamos “yo no lo sabía” está escrito en Proverbios 24:12 lo siguiente: “¿No habrá de darse cuenta el que pesa los corazones? ¿No habrá de saberlo el que vigila tu vida?”. El arrepentimiento sincero nos lleva a rasgar el corazón ante Dios, al igual que lo hizo el rey David después de su pecado de adulterio con Betsabé (Sal. 51). Si de verdad deseas que Dios te muestre su favor y compasión, vuélvete y quebranta tu corazón hacia Él; comprobarás que su misericordia y amor sobrepasan todos los límites porque el Señor estará listo a tenderte los brazos y acogerte bajo la sombra de su manto. No tardes más ese momento, entre más te rehúses, más golpes te seguirás dando y te perderás momentos preciosos junto a tu Salvador.

Un abrazo y bendiciones.

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