lunes, 19 de julio de 2010

Siempre el bien

Ustedes, hermanos, no se cansen de hacer el bien.
2ª. Tesalonicenses 3:13.



Lectura diaria: 2. Tesalonicenses 3:6-15. Versículo del día: 2. Tesalonicenses 3:13.

ENSEÑANZA

A veces queremos hacer el bien sólo a determinadas personas; o nos nace hacer alguna cosa por alguien pero a nuestro modo, y si por casualidad nos cambian las reglas del juego, nos desanimamos y ya no deseamos seguir con el bonito cometido. En esta carta a los tesalonicenses, el apóstol Pablo nos hace ver que no podemos cansarnos de hacer el bien. Quiere decir que lo debemos hacer en todo tiempo sin mirar a quién y sin depender de las circunstancias. Dios precisamente al hacer este devocional primero que todo me habló a mí. Ante la situación embarazosa de mi padre aquí en Arauca, nosotros con mis hermanos Héctor y Germán decidimos llevarlo hacia Villavicencio a un hogar geriátrico; nos costó el tratar de convencer a mi padre para que se fuera y al hablar con Samuel Andrés, nuestro hermano menor que ha vivido con él y comentarle nuestro deseo se opuso rotundamente. Su actuación nos dejó sin palabras y yo disgustada me dije que si no era del modo que nosotros planteábamos no estaría dispuesta a ayudarlo en lo más mínimo. Pues ese fue mi primer impulso; pero al realizar este devocional, Dios me mostró que tenía que hacerlo no solamente porque es mi obligación como hija, sino también porque independientemente de las circunstancias debo hacerlo. También la Biblia enseña que el que sabe hacer el bien y no lo hace, peca. No quiero desagradar a Dios por mis sentimientos y dejar de obrar como Él desea que lo haga. Además, como complemento del de ayer: “¡Siembren para ustedes justicia! ¡Cosechen el fruto del amor! ¡Ya es tiempo de buscar al Señor! Hasta que Él venga y les envíe lluvias de justicia” (Os. 10:12). Sin importar lo hecho o dejado de hacer, nos corresponde ser justos (y en mi caso, ayudar a mi padre es lo justo), para después recoger las gavillas de amor. Dios que no se queda con nada guardado, nos recompensará a su tiempo, permitiendo a su modo, que a nosotros también se nos haga justicia. Les dejo esta enseñanza para analizarla y entender que las órdenes dadas por Dios son para cumplirlas sin buscar el motivo para cuestionarlas.

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: