Él murió por nosotros para que, en la vida o en la muerte, vivamos junto con él.1ª. Tesalonicenses 5:10.
Lectura diaria: 1ª. Tesalonicenses 5:1-28. Versículo del día: 1ª. Tesalonicenses 5:10.
ENSEÑANZA
Al igual que Pablo alentaba a los tesalonicenses para que actuaran convencidos por la fe, en que el Señor Jesucristo siempre estará con nosotros sea que vivamos o muramos, de la misma manera esta esperanza es la que debe motivar a todo cristiano y llevarnos a seguir sus instrucciones: Tener en alta estima a los que trabajan por nosotros y nos guían en el Señor, es decir a pastores y líderes; a vivir en paz y estimular a los desanimados y débiles. En este punto debemos ser muy sabios, pues muchas veces aplicamos el dicho de “al caído, caerle” sin ninguna muestra de amor y misericordia. También hay que esforzarnos en hacer el bien; Pablo muy bien sabía que el querer hacer el bien está en uno pero la naturaleza pecaminosa nos conduce a hacer todo lo contrario, por eso debemos esforzarnos. Una vida apacible, alegre, es la que debemos mantener y para lograrla la oración es clave, siendo con Dios agradecidos por los favores a diario recibidos. Estamos acostumbrados a la ingratitud y tenemos que aprender a tener un corazón retribuido, empezando por darle gracias a Dios por la vida misma que nos permite cada día, ya que, “Protegidos con la coraza de la fe y del amor y por el casco de la esperanza de salvación” (v. 8), reconocemos la grandeza de Dios quien no nos destinó a sufrir el castigo, sino a recibir esa salvación por medio de su Hijo Jesús. Cuando aceptamos y seguimos estas instrucciones vamos a alcanzar la victoria, la victoria conseguida en la muerte de Aquel que siempre estará a nuestro lado.
Un abrazo y bendiciones.
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