jueves, 1 de julio de 2010

Personas íntegras

Sin embargo, no encontraron de qué acusarlo porque, lejos de ser corrupto o negligente, Daniel era un hombre digno de confianza.
Daniel 6:4.

Lectura diaria: Daniel 6:1-28. Versículo del día: Daniel 6:4.

ENSEÑANZA

Daniel, aun en medio de los que no eran de su pueblo ni compartían su fe, fue un hombre que desde un comienzo quiso ser íntegro ante su Señor y no dejarse contaminar por nada que lo apartara de sus creencias. Por tener ese carácter y ser diligente, además de poseer el don de interpretar visiones y sueños, se ganó la confianza primero del rey Nabucodonosor y después de Dario y Ciro reyes de Persia. La envidia que siempre ronda desde tiempos antiguos, hizo mella en los administradores y sátrapas que buscaron un motivo para acusarlo ante el rey Dario y obligarlo a echarlo en el foso de los leones. Nosotros, muchas veces queremos hacer las cosas bien pero desafortunadamente por problemas de diferente índole, nos puede suceder lo de Daniel y es ahí, donde vemos que incluso los mismos cristianos nos caen encima como ráfagas de fuego, sin permitirnos movernos y ni siquiera darnos la oportunidad de la defensa. Ante estas situaciones debemos actuar de acuerdo a lo dicho por Pablo: “Abandonen toda amargura, ira y enojo, gritos y calumnias, y toda forma de malicia. Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo” (Ef. 4:31-32). Aprendamos a dejar a un lado la calumnia y las iras sin razón, amando al prójimo y perdonándolo así nos hayan ofendido porque el Señor nos dejó ese ejemplo y Él mismo se encargará de sacar la cara por nosotros al igual que lo hizo con Daniel, haciendo justicia y restaurándonos ante quienes tiene que hacerlo porque Él más que nadie conoce nuestro corazón: “No me han hecho ningún daño, porque Dios bien sabe que soy inocente ¡Tampoco he cometido nada malo contra su majestad” (Dan. 6:22b).

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: