miércoles, 24 de marzo de 2010

Sabiduría financiera

Prepara primero tus faenas de cultivo y ten listos tus campos para la siembra; después de eso, construye tu casa”

Proverbios 24:27.

Lectura diaria: Proverbios 24:23-34. Versículo del día: Proverbios 24:27.

ENSEÑANZA

Tenemos la tendencia a creer que lo primero que se debe hacer es comprar una vivienda para como decían nuestros padres “tener dónde meter la cabeza”. Pensando en lo anterior, en mi caso, le he estado pidiendo dirección al Señor y sin querer encontré la respuesta. Muchas veces recuerdo un versículo pero la cita exacta no la tengo presente, entonces acudo a Google. Estando en esas, hace unos días, encontré un escrito que llamó mi atención donde se hablaba sobre el versículo que precisamente hoy les comparto y que daba respuesta a mi petición de oración y sobre lo que aprendí, les quiero hablar hoy. Exactamente dice así: “Según la Escritura, primero debes invertir en tu negocio y luego en tu casa” (Cómo hacer mis bienes. Portal de la Iglesia Latina de Munich). Hay que pedirle a Dios sabiduría financiera. Allí ponen el ejemplo de preguntarle a una esposa qué quiere primero, si casa o negocio, por lo general, responderá que casa. Sin embargo, la mujer sabia debe de entender que si se invierte en el negocio, más tarde con sus ganancias, se puede lograr la casa. “Si tu quieres ser una persona productiva, debes perder el miedo a invertir” Dice en otro aparte el escrito. Si miramos Proverbios 31, verso 16 que dice: “Calcula el valor de un campo y lo compra; con sus ganancias planta un viñedo”, nos damos cuenta que la mujer sabia de la que se habla, practica la sabiduría financiera. Con sus ganancias, vuelve a invertir y esto ¿con qué fin? Con el fin de dejarles heredad a sus hijos. Siempre había considerado la heredad a mi modo, pero nunca con los ojos de Dios. En algunas versiones de la Biblia dice el versículo de estudio así: “Prepara tus labores de afuera, y disponlas en tu heredad; Y después edificarás tu casa” (Sagradas Escrituras). Es obligación de nosotros los padres dejarles heredad a nuestros hijos. “La casa y el dinero se heredan de los padres, pero la esposa inteligente es un don de Dios” (Proverbios 19:14). La mayoría de los padres oramos para que los hijos tengan una buena pareja, pero no le ponemos atención al resto del versículo. En la misma Escritura en la que Dios promete darle al hijo una esposa prudente, le dice al padre que debe darla una casa como heredad; en otras palabras una casa para que vivan. Como estoy segura, ha sido imposible que cumplamos con este precepto, es hora de empezar a cambiar nuestros hábitos financieros. Termina el escrito diciendo: “¿Hasta dónde quiere prosperarte Dios? Hasta el punto que tengas un negocio productivo, tu casa propia bien amueblada y para la casa de cada uno de tus hijos. Si Dios te ha dado para tu negocio o profesión, también te proveerá para esa casa que quieres, y para la de tus hijos”. “Lleva a tus hijos más allá de donde tú comenzaste financieramente, para que tus nietos empiecen más alto de donde tú o tu hijo comenzaron. Entonces tendremos familias y países prósperos”. Esta es la lección aprendida y la que quise compartir con todos ustedes. Pues es muy generalizado el hacer las cosas al revés y es tiempo de cambiar de acorde a la Palabra de Dios porque de este modo, seremos grandemente bendecidos.

Un abrazo y bendiciones.

2 comentarios:

Andrés de Argentina dijo...

Esto es excelente. ¡Gracias!

Sol dijo...

Gracias por compartir esto, lo necesitaba y llegó justo a tiempo.