martes, 30 de marzo de 2010

El asalariado y el pastor

El asalariado no es el pastor, y a él no le pertenecen las ovejas. Cuando ve que el lobo se acerca, abandona las ovejas y huye; entonces el lobo ataca el rebaño y lo dispersa.

Juan 10:12.

Lectura diaria: Juan 10:1-21. Versículo del día: Juan 10:12.

ENSEÑANZA

Jesús quiso mostrarle a sus seguidores quién es el buen pastor y cómo reconocerlo, sin embargo ellos no le entendieron el sentido de sus palabras. El buen pastor da su vida por las ovejas (verso 11), mientras que aquel que no es el dueño, solamente va detrás de un salario y poco le importa lo que pase con ellas. Por eso cuando el lobo (Satanás) llega, ataca al rebaño y lo que hace es dispersarlas. En estos tiempos hay que tener mucho cuidado y los cristianos debemos ser precavidos al buscar nuestra iglesia, porque no todas son lo que dicen ser. Hay algunas que sencillamente trabajan por el dios “dinero” y las ovejas (fieles) poco importan. Estos “pastores” tendrán que darle cuenta a Dios por lo que no hicieron “¡Ay de los pastores que destruyen y dispersan el rebaño de mis praderas!, afirma el Señor”; “Ustedes han dispersado a mis ovejas; las han expulsado y no se han encargado de ellas. Pues bien, yo me encargaré de castigarlos a ustedes por sus malas acciones –afirma el Señor– (Jeremías 23:1 y 2). Dura palabra de parte de Dios para los pastores. ¿Cuántas ovejas han salido del redil por causa de los pastores? ¿Cuántas injusticias se cometen también en las iglesias? Se habla mucho del perdón y la misericordia, pero ¿si se empieza a practicar esto por casa? ¿En cuántas iglesias los pastores son los encargados de poner las piedras de tropiezo a sus ovejas? Debemos ser sabios y pedir la dirección de Dios al momento de buscar una iglesia para que sea de sana doctrina. Además de eso, debe ser el sitio donde nos sintamos bien, acogidos y a gusto. Aprendamos como fieles o líderes a ayudar a reunir las ovejas; a reconocer a Jesús como el Buen Pastor que sabe cuidar perfectamente de ellas y que así sea que veamos los defectos en nuestros pastores, no seamos nosotros los del dedo acusador; oremos por ellos y dejémosle la justicia a Dios. Pongamos los ojos en el mejor de los pastores: el buen Jesús que dio su vida por ellas.

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: