miércoles, 27 de mayo de 2009

No te jactes del día de mañana

No te jactes del día de mañana, porque no sabes lo que el día traerá.

Proverbios 27:1.

Somos muy dados a programar nuestro tiempo sin tener en cuenta a Dios. Nos creemos tan independientes y autosuficientes que el orgullo no nos permite reconocer que nada, absolutamente nada, nos pertenece. Ni siquiera el tiempo. Dios puso en la mente humana el sentido del tiempo, aun cuando el hombre no alcanza a comprender la obra que Dios realiza de principio a fin (Eclesiastés 3:11). Como humanos tenemos la noción del tiempo. En los acontecimientos de Dios, el tiempo no existe como tal, porque para Él, es lo mismo mil años que un día. De este modo, dentro de su soberanía puede decidir o cambiar insólitamente nuestra programación.

Hacemos planes sobre una y otra cosa: “Voy a hacer”; “voy a comprar”; “voy a viajar”, etc. ¿Pero qué lugar ocupa Dios dentro de esos innumerables “voy”? Dice el apóstol Santiago que nos jactamos de las fanfarronerías diciendo: “Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad, pasaremos allí un año y ganaremos dinero. ¡Y eso que ni siquiera saben qué sucederá mañana! ¿Qué es su vida? Ustedes son como la niebla, que aparece por un momento y luego se desvanece”. Santiago 4:13.

Dios desea estar en todas las áreas de nuestra vida y cuando recibimos a Jesucristo, como Señor y Salvador le decimos que tome el control de ésta. Entonces, ¿por qué lo dejamos a un lado, en algo tan importante como el tiempo? “Más bien, debieran decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello”. Santiago 4:15.

¡Señor, en ti están, todos nuestros tiempos!

Un abrazo y bendiciones.


4 comentarios:

YouRiaño dijo...

Muchas gracias
Sigue escribiendo,

Dora C. dijo...

Gracias. Grandes bendiciones para el nuevo año.

Anónimo dijo...

Gracias por compartir tus democionales, que el señor todo poderoso de continúe bendiciendo y dando inteligencia y sabiduría para que continúes bendiciendo a los demás a través de su palabra.

Dora C. dijo...

Muchas gracias. Dios te bendiga.