¡Anda perezoso, fíjate en la hormiga! ¡Fíjate en lo que hace, y adquiere sabiduría!Proverbios 6:6.
Las hormigas nos dejan una gran lección de organización y trabajo. Y no cualquier trabajo. Un trabajo fuerte, constante y disciplinado. “No tiene quien la mande, ni quien la vigile ni gobierne, con todo, en el verano almacena provisiones y durante la cosecha recoge alimentos”. Versos 7-8.
El tiempo transcurre velozmente y dejamos pasar ideas, planes o sueños. Le tenemos miedo a los cambios sin darnos cuenta que éstos son benéficos. Cuando una idea o un sueño implique un cambio, no hay que temer. Hay que pedirle a Dios sabiduría y ¡adelante! Ponernos en marcha. Hay mucho que aprender de las hormigas y si Salomón nos puso ese ejemplo es para que saquemos a relucir las dotes que Dios nos ha regalado y las enfoquemos en beneficio de los nuestros y de nuestro prójimo. ¿Acaso no valemos más que las aves, o en este ejemplo que las hormigas, si somos hijos de Dios? ¿No hará nuestro Padre, mucho más por nosotros?
Si Dios pone en nuestro corazón un plan, empecemos a organizarlo. No nos dejemos llevar por aquellos que incluso pueden ser de la familia y dudan de que alcancemos a lograrlo. No. Hay que seguir adelante, conscientes de que tendremos obstáculos, pero que alcanzaremos la meta.
Te animo para que sigas persiguiendo tus sueños, a continuar con tus proyectos y a luchar por lo tuyo hasta el final. Bien dice el refrán: “EL QUE PERSEVERA, ALCANZA”.
El tiempo transcurre velozmente y dejamos pasar ideas, planes o sueños. Le tenemos miedo a los cambios sin darnos cuenta que éstos son benéficos. Cuando una idea o un sueño implique un cambio, no hay que temer. Hay que pedirle a Dios sabiduría y ¡adelante! Ponernos en marcha. Hay mucho que aprender de las hormigas y si Salomón nos puso ese ejemplo es para que saquemos a relucir las dotes que Dios nos ha regalado y las enfoquemos en beneficio de los nuestros y de nuestro prójimo. ¿Acaso no valemos más que las aves, o en este ejemplo que las hormigas, si somos hijos de Dios? ¿No hará nuestro Padre, mucho más por nosotros?
Si Dios pone en nuestro corazón un plan, empecemos a organizarlo. No nos dejemos llevar por aquellos que incluso pueden ser de la familia y dudan de que alcancemos a lograrlo. No. Hay que seguir adelante, conscientes de que tendremos obstáculos, pero que alcanzaremos la meta.
Te animo para que sigas persiguiendo tus sueños, a continuar con tus proyectos y a luchar por lo tuyo hasta el final. Bien dice el refrán: “EL QUE PERSEVERA, ALCANZA”.
Un abrazo y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario