viernes, 29 de mayo de 2009

El altivo será humillado

El altivo será humillado, pero el humilde será enaltecido.

Proverbios 29:23.

La altivez es el envanecimiento y la presunción propia del orgulloso. Dios rechaza a las personas de este tipo porque se exaltan y se elevan por encima de todos los demás. Incluso este envanecimiento es pecado ya que encierra la idea de gloria y majestad que sólo le corresponde a Dios. La altivez y arrogancia del hombre será abatida (Isaías 2:11-17).

En 1ª. Corintios 1:19-20 se dice: “Destruiré la sabiduría de los sabios; frustraré la inteligencia de los inteligentes. ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde el erudito? ¿Dónde el filósofo de esta época? ¿No ha convertido Dios, en locura la sabiduría de este mundo?”.

Dios no mira el corazón del hombre por su sabiduría, ni elocuencia, ni inteligencia. Dios simplemente mira la humildad, y sinceridad de cada uno y actúa de acuerdo a su voluntad divina. Por eso dice la Palabra que escogió a lo insensato del mundo para avergonzar a los sabios y escogió lo débil para avergonzar a los poderosos. También escogió a lo más bajo y despreciado y lo que no es nada, para anular lo que es. (1ª. Corintios 1:27-28).

De esta manera ¿quién puede jactarse de lo que tiene o es? La sabiduría e inteligencia que vale, es la que viene de parte de Dios. De creer en Dios, adorarle y tenerle como el Ser supremo, dueño absoluto de todo. La sabiduría que nos permite temerle, con temor reverente y amarle por encima de todas las cosas.

Pidámosle a Dios no solamente la humildad ante los hombres, sino también la humildad espiritual, para no creer que lo sabemos todo y que somos tan buenos que no necesitamos de su Hijo Redentor.

Dios nunca desechará al humilde. Le extenderá su mano y lo exaltará.

Un abrazo y bendiciones.


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