Que el Señor te recompense por lo que has hecho! Que el Señor, Dios de Israel, bajo cuyas alas has venido a refugiarte, te lo pague con creces.
Rut 2:12. NVI.
Lectura: Rut 2:1-23. Versículo del día: Rut 2:12.
MEDITACIÓN DIARIA
Booz, el pariente cercano
de Nohemí exalta la labor de Rut al ver todo lo que ella ha hecho con su suegra
Nohemí. “Usted me ha consolado y me ha hablado con cariño, aunque ni siquiera
soy como una de sus servidoras” (v. 13b), responde Rut. Es muy bonito reconocer
en una persona sus virtudes; eso en ocasiones levanta el ánimo y la autoestima
de quien recibe la adulación, como en el caso de Rut. Infortunadamente somos
más dados ver los defectos que las cualidades en el prójimo.
Seguramente Nohemí sintió
como si el Señor la hubiera abandonado y se hubiera olvidado de ella, puesto
que le dijo a las mujeres: “—Ya no me llamen Noemí. Llámenme Mara, porque el
Todopoderoso ha colmado mi vida de amargura” (Rut 1:20). Ella, se sintió
acabada, abandonada y sin futuro. Su nuera era todo lo contrario, en vez de
dejarse hundir en el sufrimiento sacó valor y decidió luchar para salir
adelante. Es importante notar que el Señor no dejó a Nohemí sola; le dio prácticamente
una hija que estuviera su lado y velara por ella. Fue de este modo que Rut llegó
al campo donde segaban los trabajadores de Booz y no solamente lo conoció a él
sino que también comió y bebió como todos los segadores y pudo llevar alimento
a casa de Nohemí. Al saber Nohemí que su nuera había segado en el campo de Booz
su pariente, tuvo que reconocer y exclamar: “—¡Que el Señor lo bendiga! El
Señor no ha dejado de mostrar su fiel amor hacia los vivos y los muertos. Ese
hombre es nuestro pariente cercano; es uno de los parientes que nos pueden
redimir” (v. 20).
¿Cuántas veces has
sentido como si Dios te hubiese dado la espalda? Dios usa las aflicciones para
manifestar su amor de manera asombrosa como en el caso de Nohemí. Mi consejo para
ti: deja que Dios actúe y tome el control de tu vida. Él te guiará por el mejor
camino y esto servirá para exaltar su Nombre.
Señor Jesús: Tú
dijiste que en este mundo tendríamos aflicciones pero que confiáramos en Ti. Te
rogamos que nos enseñes a mirarte también en la adversidad y saber que Tú ya tienes
el control en todas las áreas de nuestra vida. Gracias por enseñarnos a través
de Rut y de Nohemí a confiar en Ti y seguir adelante con valor y esfuerzo. ¡Te
amamos Señor!
Un abrazo y bendiciones.
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