¡Aleluya! Ya ha comenzado a reinar el Señor, nuestro Dios Todopoderoso.
Apocalipsis 19:6 NVI.
Lectura: Apocalipsis
19:1-8. Versículo del día: Apocalipsis
19:6.
MEDITACIÓN DIARIA
Después de la gran
tribulación y de la victoria de nuestro Dios sobre el maligno, en el cielo se
escucharon gritos de alabanza. “¡Alegrémonos y regocijémonos y démosle gloria! Ya
ha llegado el día de las bodas del Cordero. Su novia se ha preparado y se le ha
concedido vestirse de lino fino, limpio y resplandeciente” (vv. 7-8).
Nosotros, aquí en la
tierra alegrémonos, porque lo que va a suceder nos involucra también puesto que
somos sus escogidos; somos parte de la que es su Iglesia y a la vez su novia. El
Señor Jesús se convierte en el Esposo que anhela a su amada tal como nos lo
describe Cantar de los cantares. Él se ofreció así mismo por ella y lo entregó
todo con mucho amor. No fue un amor cualquiera, fue su mismo cuerpo y sangre
dado, para levantarla y hacerla santa e intachable; lavándola y purificándola
para presentarla radiante, sin mancha y sin arruga (Efesios 5:25-27).
Señor Jesús:
¡bendita esperanza la que albergamos! Sabemos que estaremos Contigo por toda la
eternidad. Gracias Señor Jesús por haber puesto tus ojos en nosotros, que
siendo pecadores nos justificaste para contarnos entre los Tuyos. ¡Nos
alegramos y regocijamos dándote toda la gloria y honra a Ti! ¡Tú mereces todo
honor y victoria porque nos compraste con tu sangre preciosa! ¡Tu novia te
espera, con ansiedad de corazón! Gracias, muchas gracias buen Dios y Señor
nuestro.
Un abrazo y bendiciones.
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