Sean, pues, aceptables ante ti mis palabras y mis pensamientos, oh Señor, roca mía y redentor mío.
Salmo 19:14. NVI.
Lectura: Salmo 19:
12-14. Versículo del día: Salmo 19:14.
MEDITACIÓN DIARIA
El rey David en su sinceridad
ante el Señor, le dice: “¿Quién está consciente de sus propios errores? ¡Perdóname aquellos de los que no estoy
consciente! Libra, además, a tu siervo de pecar a sabiendas; no permitas que
tales pecados me dominen” (vv. 12-13). Y es que muchas veces pecamos inconscientemente
o damos por sentado que no es pecado. Por eso, el Salmista prefiere confesar de
una vez aquellos pecados, bien sea de obra o de omisión. Igualmente oremos
porque el Señor no permita que nos domine la tentación y caigamos.
Oremos para que nuestra
oración se convierta en un continuo hablar con nuestro amado Señor. Pero que no
sea hablar por hablar; que sean palabras que salen de lo profundo del corazón.
Al fin de cuentas el Señor nos conoce y a Él no podemos engañarlo. Pero sí;
sería muy bonito que empezáramos a entablar esa relación más íntima con quien
es de verdad nuestro Amado.
Señor Jesús:
queremos tener un corazón como el de tu siervo David. Precioso Espíritu Santo,
llénanos con tu presencia y enséñanos a orar de tal manera que nuestro corazón
se vuelque completamente hacia Ti. Permite que nuestras palabras sean las que
Papito Dios quiere escuchar de sus hijos con agradecimiento y exaltación, por
su obra maravillosa en cada uno. Gracias precioso Dios.
Un abrazo y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario