Y pude observar que hay más provecho en la sabiduría que en la insensatez, así como hay más provecho en la luz que en las tinieblas.
Eclesiastés 2:13. NVI.
Lectura: Eclesiastés 2:1-26. Versículo del día: Eclesiastés 2:13.
MEDITACIÓN DIARIA
Salomón fue dotado de
gran sabiduría por Dios mismo, pero no solamente fue sabio, tuvo grandes
posesiones, mucha riqueza, lujos y hasta un harem. Se dio a la tarea de hacer
cuanto quiso y lo logró: “No les negué a mis ojos ningún deseo, ni privé a mi
corazón de placer alguno” (v. 10). Sin embargo, al final pudo comprobar que
todo eso no era más que un absurdo. De todas formas, nos deja como lección que
hay más provecho en la sabiduría que en la insensatez, igual que en la luz que
en las tinieblas, y así es. Eso como cristianos lo hemos podido comprobar, puesto
que pasamos de las tinieblas a la luz verdadera al conocer al Señor Jesucristo.
También hemos aprendido que, si no tenemos sabiduría, se la podemos pedir a
Dios y Él nos la dará generosamente (Santiago 1:5).
Tomemos las enseñanzas
dejadas por Salomón y busquemos al Señor Jesús que es la luz que ilumina el
mundo: “En él estaba la vida, y la vida era la luz de la humanidad. Esta luz
resplandece en las tinieblas, y las tinieblas no han podido extinguirla” (Juan
1:4-5). Pidamos sabiduría para pasar de las tinieblas a la Luz verdadera en
nosotros.
Amado Señor Jesús:
gracias porque Tú Eres la Luz verdadera que alumbra a todo ser humano. Gracias
porque al conocerte nos hiciste partícipes de esa luz para no andar más en
tinieblas. Gracias también por saber que Eres la fuente de la sabiduría a través
de tu Espíritu y que igual tenemos acceso a ella cuando creemos no hallarla en
nuestro diario vivir. Tú siempre estás disponible para nosotros; no tenemos
cómo agradecerte tanto bien. ¡Te adoramos buen Dios y Señor nuestro!
Un abrazo y bendiciones.
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