Porque desde donde nace el sol hasta donde se pone, grande es mi nombre entre las naciones. En todo lugar se ofrece incienso y ofrendas puras a mi nombre, porque grande es mi nombre entre las naciones —dice el Señor Todopoderoso.
Malaquías 1:11. NVI.
Lectura: Malaquías 1:6-14. Versículo del día: Malaquías 1:11.
MEDITACIÓN DIARIA
Malaquías es uno de los llamados
profetas menores. Su Libro comienza sobre la Palabra dicha por el Señor hacia
su pueblo Israel. Nosotros, los cristianos también debemos tener en cuenta esta
Palabra porque, aunque ahora no realizamos sacrificios con carneros u otro
animal, sí le ofrecemos al Señor muchas veces cosas que, a la hora de la
verdad, se quedan solamente en palabras.
El Señor nuestro Dios es
Grande y Poderoso; es el Dios del universo completo. Teniendo en cuenta su
divinidad, nuestro deber es cumplirle cuando hacemos un voto a Él. De lo
contrario es mejor no prometer, que prometer y no cumplir (Eclesiastés 5:5). En
la lectura vemos cómo el Señor se enojaba con los de Israel, porque pasaban por
alto lo que era en realidad la celebración del culto. A ellos no les importaba
ya, llevar animales cojos, ciegos o enfermos sin tener en cuenta que Dios es
digno de todo honor y respeto (vv. 6-8 en la lectura).
Así que tengamos en
cuenta que nuestro Dios no es un dios cualquiera, es el Dios de toda Honra, Gloria
y Majestad y por lo tanto debemos rendirle el culto que como Tal merece cumpliéndole
lo prometido.
Amado Señor: bien
sabemos que lo que a Ti te complace es un corazón sincero que te rinda culto de
adoración en espíritu y en verdad. Enséñanos a no pecar ofreciéndote lo que no
te vamos a cumplir. Tú Eres un Dios veraz, sabio y justo. Tú conoces nuestro corazón
y las intenciones que alberga; pon en cada uno de los que nos acercamos a Ti,
un espíritu de obediencia y de misericordia, que es lo que te agrada. Bendito
Dios, muchas gracias por instruirnos en tu verdad. ¡Te amamos Señor y Dios
nuestro!
Un abrazo y bendiciones.
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