Entonces huyeron todas las islas y desaparecieron las montañas. Del cielo cayeron sobre la gente enormes granizos, de casi cuarenta kilos cada uno. Y maldecían a Dios por esa terrible plaga.
Apocalipsis 16:20-21. NVI.
Lectura: Apocalipsis
16:1-21. Versículos del día: Apocalipsis
16:20-21.
Me impresiona y a la vez me entristece, saber que las personas tendrán tan duro su corazón que ni siquiera viendo lo sucedido cambian de actitud. Al contrario, culpan a Dios de todo cuanto está sucediendo y no escatiman en maldecirlo.
Como les decía con anterioridad
en otros devocionales, no sabemos en realidad ni el día ni la hora del regreso
del Señor Jesús a la tierra, pero nos concierne estar preparados para que
dejemos de escuchar diferentes especulaciones. “¡Cuidado! ¡Vengo como un
ladrón! Dichoso el que se mantenga despierto, con su ropa a la mano, no sea que
ande desnudo y sufra vergüenza por su desnudez” (v. 15). Ya sabemos, su venida
será como la del ladrón en la noche (2 Pedro 3:10-13; 1 Tesalonicenses 5:2-3);
pongámonos en alerta, mejor.
Gracias Señor por
haber tenido la oportunidad de conocerte y adorarte con anterioridad a todos
los acontecimientos que se relatan en tu Palabra. Oramos bendito Dios, por
nuestros familiares y amigos que no te conocen para que de una vez entiendan
que lo sucedido en los últimos tiempos no es un juego; será la destrucción total
de un mundo pagano que no quiso aceptar el ofrecimiento tuyo para conversión de
sus almas. Mi Señor, te suplico que aún permitas que muchos de ellos lleguen a
tus pies y podamos volver a vernos en la eternidad. Gracias, muchas gracias
buen Dios.
Un abrazo y bendiciones.
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