¿Quién es Dios, si no el Señor? ¿Quién es la roca, si no nuestro Dios? Es él quien me arma de valor y endereza mi camino; da a mis pies la ligereza del venado, y me mantiene firme en las alturas.
Salmo 18:31-33. NVI.
Lectura: Salmo
18:20-50. Versículos del día: Salmo
18:31-33.
MEDITACIÓN DIARIA
Este Salmo me hizo
reflexionar y pensar en el muchacho de Bucaramanga que le habló al presidente
de Colombia en una reunión, en estos últimos días. Él fue por obediencia y dio
su testimonio personal y le habló la Palabra de Dios. Pienso que el Señor respaldó
su actuación y pudo comprobar que se hizo verdad esto: “Es él quien me arma de
valor y endereza mi camino; da a mis pies la ligereza del venado, y me mantiene
firme en las alturas”. Como él mismo lo dijo: ‘no me dio miedo confesar mi fe’,
y Dios lo respaldó.
Creo que en momentos como
los que está viviendo nuestra patria, es nuestro deber no decaer sino
levantarnos con más fuerza y poder. Recordemos que la guerra no es contra seres
humanos sino contra potestades de lo alto. Declaremos nuestra fe y declaremos
también que Colombia será para Cristo y Él la sacará adelante. Colombia necesita
nuestro apoyo y oración.
Amado Señor: te
damos gracias por darnos tu Palabra para llenarnos de ella y entender que Tú
estás por encima de reyes y presidentes. Sabemos que tu Palabra no regresa
vacía y cala hasta lo más profundo de los huesos. Permite buen Dios que cada
uno de los que decimos que te amamos, tengamos también el valor de pararnos frente
y confesar que Tú Eres el Hijo de Dios muerto y resucitado para bien de la
humanidad. Gracias por nuestra Colombia siempre tan apabullada y maltratada. Gracias
Señor porque la fuerza y el poder provienen de Ti y no de nuestro propio esfuerzo.
Dejamos a nuestra amada patria en tus manos creyendo y confesando que Tú tienes
poder para levantarla y hacer de ella una nación grande, libre e independiente
como deseamos verla. Gracias, gracias buen Dios y Señor nuestro.
Un abrazo y bendiciones.
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