Y es que hay muchos rebeldes, charlatanes y engañadores, especialmente los partidarios de la circuncisión. A esos hay que taparles la boca, ya que están arruinando familias enteras al enseñar lo que no se debe; y lo hacen para obtener ganancias mal habidas.
Tito 1:10-11. NVI.
Lectura: Tito
1:1-16. Lectura: Tito 1:10-11.
MEDITACIÓN DIARIA
Muy importante lo que nos
está aclarando aquí la Palabra de Dios, porque infortunadamente algunos del
pueblo cristiano se han vuelto hacia la religión judía, lo cual ha hecho mucho
daño no sola a su familia sino también a los de la Iglesia. Han vuelto a la ley
cuando ahora vivimos es por gracia. Se han engañado y olvidado de lo que dice la
Palabra: “Me asombra que tan pronto estén dejando ustedes a quien los llamó por
la gracia de Cristo, para pasarse a otro evangelio. No es que haya otro
evangelio, sino que ciertos individuos están sembrando confusión entre ustedes
y quieren tergiversar el evangelio de Cristo” (Gálatas 1:6-7). Y sigue Pablo
exhortando a los gálatas: “Gálatas torpes! ¿Quién los ha hechizado a ustedes,
ante quienes Jesucristo crucificado ha sido presentado tan claramente? Solo
quiero que me respondan a esto: ¿Recibieron el Espíritu por las obras que
demanda la ley, o por la fe con que aceptaron el mensaje?” (Gálatas 3:1-2). El
Espíritu de Dios entró en nosotros tan pronto como aceptamos en nuestra vida
por fe, el mensaje del Señor Jesús. Para nada sirven ahora los esfuerzos humanos.
Fuimos salvos por la fe en el Hijo de Dios; es un regalo y cuando nos dan uno,
lo recibimos felices sin decir: ‘ya que me diste este regalo voy a hacer y
deshacer cosas para ti’. No, nunca lo hacemos. Lo recibimos con agrado y damos
las gracias felices. ¡Cuánto más nos regocijaremos con el mejor regalo dado!
Teniendo en cuenta esta
Palabra, oremos:
Amado Señor Jesús:
te damos gracias por el don de la salvación que nos regalaste sin merecerlo.
Enséñanos a andar siempre por fe. Danos amor en abundancia; llénanos con tu
Santo Espíritu y permite que Él nos guíe a toda verdad dejando atrás el querer perfeccionarnos
con esfuerzos humanos y olvidando la tarea Tuya de regeneración en nuestras
vidas. Gracias, gracias por Tu Palabra buen Señor.
Un abrazo y bendiciones.
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