lunes, 13 de julio de 2020

En momentos críticos nuestro Amado nos seduce


Bueno es esperar calladamente que el Señor venga a salvarnos. Bueno es que el hombre aprenda a llevar el yugo desde su juventud. 
Lamentaciones 3:26-27. NVI.

Lectura: Lamentaciones 3:25-30. Versículos del día: Lamentaciones 3:26-27.

MEDITACIÓN DIARIA

El Señor es bueno con los que en Él confían. Hay situaciones que nos llevan a la tristeza y no por ello podemos decir que no confiamos en el Señor. Él, conociéndonos como nos conoce nos dice que aprendamos a callar; entonces, “¡Déjenlo estar solo y en silencio, porque así el Señor se lo impuso!” (v. 28). Precisamente, necesitamos tiempo de intimidad con Dios y qué mejor que buscarlo cuando estamos en dificultades. Tal como nos lo dice el devocional del día: es bueno esperar callado que el Señor venga a socorrernos; es bueno esperar el momento de estar solo y en quietud para así poder hablar confiadamente a nuestro Dios. Seguro que eso a Él le agrada; es más, Dios se manifiesta en esos tiempos de quietud y de verdad, que es cuando llegamos a sentir profundamente su presencia, su amor y su misericordia.
No dudemos en buscarle en medio de la tribulación. Nos llevará, tal vez, como dice en Oseas: “Por eso, ahora voy a seducirla: me la llevaré al desierto y le hablaré con ternura” (Oseas 2:14). Nos cautiva con su amor y puede ser el momento más propicio para oír su voz y escucharle.

Amado Jesús: gracias porque Tú buscas la manera de atraernos con lazos de amor y de ternura. Porque en dificultades, a veces pensamos que te has olvidado, pero no; estás ahí presente y dispuesto a escuchar todo lo que tenemos guardado en nuestro corazón y que no nos deja continuar. Sí mi Señor, añoramos esa intimidad Contigo. ¡Te amamos bendito Señor!

Un abrazo y bendiciones.

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