Bueno es esperar calladamente que el Señor venga a salvarnos. Bueno es que el hombre aprenda a llevar el yugo desde su juventud.
Lamentaciones 3:26-27. NVI.
Lectura: Lamentaciones
3:25-30. Versículos del día: Lamentaciones 3:26-27.
MEDITACIÓN DIARIA
El Señor es bueno
con los que en Él confían. Hay situaciones que nos llevan a la tristeza y no
por ello podemos decir que no confiamos en el Señor. Él, conociéndonos como nos
conoce nos dice que aprendamos a callar; entonces, “¡Déjenlo estar solo y en
silencio, porque así el Señor se lo impuso!” (v. 28). Precisamente, necesitamos
tiempo de intimidad con Dios y qué mejor que buscarlo cuando estamos en
dificultades. Tal como nos lo dice el devocional del día: es bueno esperar
callado que el Señor venga a socorrernos; es bueno esperar el momento de estar
solo y en quietud para así poder hablar confiadamente a nuestro Dios. Seguro
que eso a Él le agrada; es más, Dios se manifiesta en esos tiempos de quietud y
de verdad, que es cuando llegamos a sentir profundamente su presencia, su amor
y su misericordia.
No dudemos en
buscarle en medio de la tribulación. Nos llevará, tal vez, como dice en Oseas: “Por
eso, ahora voy a seducirla: me la llevaré al desierto y le hablaré con ternura”
(Oseas 2:14). Nos cautiva con su amor y puede ser el momento más propicio para oír
su voz y escucharle.
Amado Jesús: gracias
porque Tú buscas la manera de atraernos con lazos de amor y de ternura. Porque
en dificultades, a veces pensamos que te has olvidado, pero no; estás ahí
presente y dispuesto a escuchar todo lo que tenemos guardado en nuestro corazón
y que no nos deja continuar. Sí mi Señor, añoramos esa intimidad Contigo. ¡Te
amamos bendito Señor!
Un abrazo y
bendiciones.
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