Hijo de hombre, a ti te he puesto como centinela del pueblo de Israel. Por tanto, cuando oigas mi palabra, adviértele de mi parte al malvado: ‘Estás condenado a muerte’. Si tú no le hablas al malvado ni le haces ver su mala conducta, para que siga viviendo, ese malvado morirá por causa de su pecado, pero yo te pediré cuentas de su muerte.
Ezequiel 3:17-18. NVI.
Lectura: Ezequiel
3:16-27. Versículos del día: Ezequiel
3:17-18.
MEDITACIÓN DIARIA
Tremenda Palabra de parte
de Dios para todos nosotros. ¡Cuántas veces callamos! Unas por no incomodar,
otras porque no lo consideramos prudente, otras igual porque es mejor no
meternos o porque nos van a llamar fanáticos. Pero miremos lo que nos manda el
Señor: si no hablamos y el malvado muere, somos responsables de su pecado y el
Señor nos pedirá cuentas de ello. Si se le advierte y no se arrepiente, ya es
cosa de la persona y hemos salvado nuestra responsabilidad (v. 19).
Considero que esta
Palabra que viene de parte de Dios, es para tenerla muy presente y ponerla en
práctica. Los tiempos que estamos viviendo son malos y ya es hora de
levantarnos a tiempo y a destiempo para hacer reflexionar al hombre pecador, y
decirle, que hay una esperanza de vida nueva para él a través de Jesús de
Nazaret el Salvador de la humanidad enviado por el Padre.
Quizá tú que estás leyendo
este devocional, nunca antes te han dicho que vas por mal camino. Jesucristo
vino precisamente para eso: para que voltees los ojos hacia Él y dejes que sea
el Señor Jesús quien tome todo el peso de tus pecados. Si es así, te invito a
orar:
Señor Jesucristo:
reconozco que soy pecador y que necesito de Ti. Toma mi vida; te la entrego.
Gracias por haber muerto por mi pecado y darme una nueva vida Contigo que
durará hasta la eternidad. En tu Nombre Jesús, amén.
Un abrazo y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario