miércoles, 29 de julio de 2020

No dejemos que el pecado endurezca el corazón


Por eso, como dice el Espíritu Santo: Si ustedes oyen hoy su voz, no endurezcan el corazón como sucedió en la rebelión, en aquel día de prueba en el desierto. 
Hebreos 3:7-8 NVI.

Lectura: Hebreos 3:1-19.  Versículos del día: Hebreos 3:7-8.

MEDITACIÓN DIARIA

Hay muchos que escuchan la voz de Dios y la toman por necedad. Sus corazones están endurecidos. Solo un paso más y entran a formar parte de la rebelión. Pero nosotros los que un día le pusimos atención a su voz y por eso estamos aquí, somos ahora parte de esa casa. De la casa en la que nuestro Líder mayor, es fiel ante el Padre como Hijo para que mantengamos la confianza y la esperanza que nos enorgullece (v. 6).
De ninguna manera dejemos que la desobediencia nos aleje de esa casa; pues no tenemos por qué poner a prueba esa confianza depositada desde el principio. Oremos para que el engaño del pecado no endurezca nuestro corazón y nos engañe.

Amado Señor: te damos gracias porque permitiste que nuestros corazones estuvieran dóciles a tu llamado. Permite buen Dios que cada día sepamos llevar con orgullo la confianza y la esperanza de las que nos hiciste acreedores. ¡Aléjanos del pecado! ¡Te amamos Señor!

Un abrazo y bendiciones.

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