jueves, 21 de mayo de 2020

Seguimos llamando bueno a lo malo y malo a lo bueno


¡No, no sueltes a ese; suelta a Barrabás! —volvieron a gritar desaforadamente. Y Barrabás era un bandido. 
Juan 18:40. NVI.

Lectura: Juan 18: 19-40.  Versículo del día: Juan18:40.

MEDITACIÓN DIARIA

Volvemos a lo mismo de antes.  A lo bueno llaman malo y a lo malo bueno. El Señor solo demostró en su vida pública amor y misericordia; sin embargo, el pueblo desaforado gritaba sin parar para que no solamente lo encarcelaran, sino que lo crucificaran. Prefirieron a un malhechor y bandido antes que dejar en libertad a Jesús. No solamente se presenta con las personas; también con las acciones o formas de vida. Ha logrado incursionar tanto, el príncipe de este mundo en el entorno familiar y social, que ahora son los hijos los que corrigen a los padres y cualquier forma de valores están por fuera de lo normal. Prime el bien particular podría decirse al bien común. Hay que acatar las ideas de las minorías porque si no, se dice, se están violentando los derechos de ellos. ¿Y será que los derechos de las mayorías no se violan?  
Llama igualmente la atención en la lectura, la falta de autoridad de Pilato. Él hubiese podido imponer su mando y no dejar que los judíos tomaran por él sus decisiones.
Oremos porque los mandatarios no se dejen aminorar por decisiones de terceros y cumplan a cabalidad su gestión. No permitamos más que se llame bueno a lo malo. Nuestras conciencias bien saben distinguir entre lo uno y lo otro.

Señor Jesús: oramos para que seas Tú cambiando el corazón de los dirigentes que solo buscan atemorizar y violar los derechos de las mayorías. También oramos por los políticos de nuestros países para que ellos entiendan que Eres la Verdad y que así no lo acepten dependen de Ti y tendrán que rendirte cuentas al final de sus vidas. Gracias bendito Señor.

Un abrazo y bendiciones.

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