miércoles, 6 de mayo de 2020

Iremos directo a Tus brazos para gozar eternamente a Tu lado

Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú has enviado. 
Juan 17:3. NVI.

Lectura: Juan 17:1-5.  Versículo del día: Juan 17:3.

MEDITACIÓN DIARIA

Esa es la parte vital del mensaje del Señor Jesús: darnos vida eterna. Él vino al mundo con la misión de cumplir la obra encomendada por el Padre: ser el Salvador de la humanidad con su pasión, muerte y resurrección. Cuando recibimos al Señor Jesús en nuestras vidas también empezamos una relación directa con el Padre y por ende vamos conociendo poco a poco su voluntad y su propósito con cada uno. Afianzamos nuestra confianza hacia el único Dios verdadero. Y aunque no entendamos completamente el misterio de la Trinidad, sabemos por fe que no solamente mora en nuestros corazones el Hijo, sino también el Padre y el Espíritu Santo.
“Y el testimonio es este: que Dios nos ha dado vida eterna, y esa vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida” (1 Juan 5:11-12). Todo el que nace de nuevo con el Señor Jesucristo tiene derecho a la vida eterna a su lado. ¡Gloria a Dios!

Amado Señor Jesús: te damos gracias por un día habernos permitido conocerte como nuestro único y suficiente Señor y Salvador. Gracias porque desde ese momento pasamos a ser hijos del Padre Celestial que por su amor incondicional nos ha buscado para hacernos aceptos de su reino. Gracias bendito Señor por tanta gracia derramada sobre nosotros. Cuando nos llames iremos directo a Tus brazos para gozar eternamente a Tu lado. ¡Alabamos y bendecimos tu Nombre!

Un abrazo y bendiciones.

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