sábado, 16 de mayo de 2020

Advertencia a pastores y líderes religiosos


¡Ay de los pastores que destruyen y dispersan el rebaño de mis praderas!, afirma el Señor. Por eso, así dice el Señor, el Dios de Israel, a los pastores que apacientan a mi pueblo: Ustedes han dispersado a mis ovejas; las han expulsado y no se han encargado de ellas. Pues bien, yo me encargaré de castigarlos a ustedes por sus malas acciones —afirma el Señor—. 
Jeremías 23:1-2. NVI.

Lectura: Jeremías 23:1-8.  Versículos del día: Jeremías 23:1-2.

MEDITACIÓN DIARIA

En la actualidad se ven pastores y líderes cristianos que, en vez de regar, dispersan a los fieles de las Congregaciones. Poco se habla de la gracia y pareciera que todavía estamos en los tiempos de la ley de Moisés. Todo se prohíbe, con nada están contentos y por otro lado, tristemente se ha comercializado el Evangelio. El pastor o líder de una iglesia, se asemeja al pastor de un redil. Y este buen pastor cuida de sus ovejas, las llama, vela por ellas, las lleva a pastos de reposo para que descansen y a aguas cristalinas para que calmen su sed. Si hay alguna extraviada, no está tranquilo hasta encontrarla y si está herida, con sumo cuidado venda sus heridas y la apacigua.
Este pasaje es un llamado para los pastores; para que ellos tomen conciencia y se den cuenta de la responsabilidad que tienen frente a su grey. Miremos lo que nos dice el Señor en otro texto: “Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel; profetiza y adviérteles que así dice el Señor omnipotente: ‘¡Ay de ustedes, pastores de Israel, que solo se cuidan a sí mismos! ¿Acaso los pastores no deben cuidar al rebaño? Ustedes se beben la leche, se visten con la lana, y matan las ovejas más gordas, pero no cuidan del rebaño. No fortalecen a la oveja débil, no cuidan de la enferma, ni curan a la herida; no van por la descarriada ni buscan a la perdida. Al contrario, tratan al rebaño con crueldad y violencia. Por eso las ovejas se han dispersado: ¡por falta de pastor! Por eso están a merced de las fieras salvajes. Mis ovejas andan descarriadas por montes y colinas, dispersas por toda la tierra, sin que nadie se preocupe por buscarlas” (Ezequiel 34:2-6). En la Biblia un ‘Ay’ del Señor, no es cualquier tontería; va más allá de cualquier cosa. “Por tanto, pastores, escuchen bien la palabra del Señor: Tan cierto como que yo vivo —afirma el Señor omnipotente—, que por falta de pastor mis ovejas han sido objeto del pillaje y han estado a merced de las fieras salvajes”; “Así dice el Señor omnipotente: Yo estoy en contra de mis pastores. Les pediré cuentas de mi rebaño; les quitaré la responsabilidad de apacentar a mis ovejas, y no se apacentarán más a sí mismos. Arrebataré de sus fauces a mis ovejas, para que no les sirvan de alimento” (vv. 7-8; 10). “Terrible cosa, es caer en las manos del Dios vivo” (Hebreos 10:31).

Amado Dios: oramos por nuestros pastores y lideres cristianos que tienen en sus manos congregaciones de miles de personas como también congregaciones pequeñas, pero que en nada se ve el amor que Tú dejaste. Oramos bendito Señor para que ellos entiendan la verdad de la fe que se predica y volteen los ojos hacia Ti como en realidad deben hacerlo. Alabamos y bendecimos tu Nombre y te damos toda la gloria a Ti.

Un abrazo y bendiciones.


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