El que no provee para los suyos, y sobre todo para los de su propia casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo.
1 Timoteo 5:8. NVI.
Lectura: 1 Timoteo 5:1-16. Versículo del día: 1 Timoteo 5:8.
MEDITACIÓN DIARIA
Pablo le recomienda a su
hijo en la fe, que es Timoteo, algunos deberes hacia los demás. Por esto mismo
dice que a los ancianos hay que tratarlos como si fueran los padres; a los
jóvenes como a hermanos y a las ancianas como madres. Hace mucho énfasis en el
trato que se les debe dar a las viudas especialmente cuando son mayores. Y
recuerda que esa labor le corresponde a hijos y nietos (vv. 1-5; 9-10); algo
que no siempre se practica. Por eso deja bien claro que: “El que no provee para
los suyos, y sobre todo para los de su propia casa, ha negado la fe y es peor
que un incrédulo”. Recordemos que honrar a padre y madre es el primer mandamiento
con promesa (Efesios 6:2). Una manera de honrarlos es ayudándoles con su sostenimiento.
El que no lo hace, niega completamente la fe. No permitamos que esto sea piedra
de tropiezo no solo para los débiles en la fe o los que no conocen al Señor.
También el desobedecerlo, interfiere en las bendiciones que se pueden recibir.
Amado Señor: gracias
por recordarnos cómo debemos de portarnos con los nuestros, llámense ancianos o
jóvenes. Pon en nuestro corazón el deseo de ser generosos empezando por los de
casa y así obedecer tu mandato. ¡Alabamos
y bendecimos tu Nombre!
Un abrazo y bendiciones.
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