No hagan caso de lo que dicen los profetas, pues alientan en ustedes falsas esperanzas; cuentan visiones que se han imaginado y que no proceden de la boca del Señor.
Jeremías 23:16 NVI.
Lectura:
Jeremías 23:9-32. Versículo del día: Jeremías
23:16.
MEDITACIÓN
DIARIA
Leyendo
este capítulo del Libro de Jeremías pensé que igualmente como sucedió en los tiempos
previos a la deportación a Babilonia del pueblo judío, está sucediendo ahora. A
raíz del corona-virus se han levantado toda clase de ‘profetas’, diciendo una
cosa u otra sobre lo que viene y hablando sandeces; supuestamente enviados por
el Señor directamente o según ellos a través de ángeles que quieren anunciar al
mundo sobre el tema. “Yo no envié a esos profetas, pero ellos corrieron; ni
siquiera les hablé, pero ellos profetizaron” (v. 21).
Recordemos
que todo lo que sucederá está ya escrito en la Palabra de Dios. Algunas
profecías incluso, desde antes de venir Jesús al mundo (Daniel, Isaías, Hageo,
etc), y otras dejadas por el Señor Jesús en el Libro del Apocalipsis, que también
es llamado Revelación. Por esto mismo y no caer en falsas especulaciones, lo
mejor es centrarnos en lo que es confiable y verdadero como la Biblia. Además,
como decía en un devocional anterior, no hay nada que temer porque el perfecto amor
echa afuera el temor y nuestro Dios es eso: amor.
Señor Jesús, bien sabemos que tu venida puede estar
cerca pero no hay nada que nos lo revele o confirme enfáticamente. Te rogamos
bendito Señor nos des el discernimiento necesario para no caer en falsas
profecías que lo único que dejarán en nosotros serán perturbación y zozobra robándonos
la paz. Gracias bendito Señor porque podemos recurrir a tu Palabra para
acrecentar nuestra fe y llenarnos de tu Santo Espíritu, quien es el encargado
de instruirnos en tu verdad.
Un
abrazo y bendiciones.
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