viernes, 8 de mayo de 2020

Enséñanos a amar igual que Tú lo hiciste


Hagan justicia cada mañana, y libren al explotado del poder del opresor, no sea que mi ira se encienda como un fuego y arda sin que nadie pueda extinguirla, a causa de la maldad de sus acciones. 
Jeremías 21:12. NVI.

Lectura: Jeremías 21:1-14. Versículo del día: Jeremías 21:12.

MEDITACIÓN DIARIA

A lo largo de su Palabra, el Señor nos va exhortando para que practiquemos la justicia. Incluso nos dice también en Isaías hablando del ayuno, que de nada nos sirve estar ayunando si vamos a estar en peleas y riñas o si vamos a ser injustos con nuestro prójimo: “El ayuno que he escogido, ¿no es más bien romper las cadenas de injusticia y desatar las correas del yugo, poner en libertad a los oprimidos y romper toda atadura? ¿No es acaso el ayuno compartir tu pan con el hambriento y dar refugio a los pobres sin techo, vestir al desnudo y no dejar de lado a tus semejantes?” (Isaías 58:6-7). Creo que esta porción de la Biblia nos corresponde practicarla a todos. Si bien es cierto que no somos salvos por obras; el hecho de conocer al Señor como nuestro Salvador, nos obliga a obrar correctamente. Nuestras acciones y amor al prójimo serán en últimas, las que hablarán de lo que somos en Cristo Jesús.

Amado Señor: no queremos pasar desapercibido este pasaje de tu Palabra. Permite que practiquemos la justicia a cabalidad y que, si tenemos personas laborando con nosotros, seamos conscientes de sus necesidades. Señor, ¡enséñanos a amar, igual que Tú lo hiciste!

Un abrazo y bendiciones.

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