viernes, 15 de noviembre de 2019

Oremos por los alejados para que vuelvan al redil del Señor


Me asombra que tan pronto estén dejando ustedes a quien los llamó por la gracia de Cristo, para pasarse a otro evangelio. No es que haya otro evangelio, sino que ciertos individuos están sembrando confusión entre ustedes y quieren tergiversar el evangelio de Cristo. 
Gálatas 1:6-7. NVI.

Lectura: Gálatas 1:6-24.  Versículo del día: Gálatas 1:6-7.

MEDITACIÓN DIARIA

Es difícil entender que una persona haya conocido al Señor de señores, al Rey de reyes, al único y suficiente Salvador y de pronto nos enteremos que han buscado otros caminos y tergiversado el Evangelio de la gracia de Dios. Yo me atrevería a pensar que todo esto no es más que obra del enemigo porque a él no le conviene que la Iglesia del Señor esté preparada para su nuevo regreso. Igual que lo escribía en el devocional de ayer, surgen falsos profetas y maestros que dicen predicar un evangelio exacto, pero que introducen sus falsas teorías o afirmaciones que nunca han estado en la Palabra de Dios o le han quitado, llegando incluso a negar la divinidad de Cristo. Todos los cuatro evangelios están llenos de referencias acerca de la su divinidad; igualmente el Libro de los Hechos, las cartas del apóstol Pablo, de Pedro, de Juan y Hebreos pues de igual forma.
Pienso que por eso es urgente volver a la Palabra de Dios para no solamente leerla, memorizarla y practicarla sino en especial para sustentarla porque debemos empezar a defender nuestra fe. Cuando no lo hacemos, es precisamente cuando le damos cabida a Satanás y claro, él es el adversario y no va a desaprovechar esa oportunidad. Tenemos que entender que estamos en un mundo caído y que el diablo no se va a quedar quieto. Oremos por todos los que conocemos que un día recibieron el mensaje de las Buenas Nuevas y se han alejado de él.

Amado Dios: te damos gracias por permitirnos ser embajadores Tuyos en esta tierra. Utilízanos en tu obra y permite que podamos poner nuestro granito de arena para que tantos que se han desviado de tu Palabra, se den cuenta de su error y retomen nuevamente el camino. Precioso Espíritu Santo te rogamos que seas redarguyendo a los equivocados y llenándolos de tu Presencia para que vuelvan a la manada de Jesús nuestro Dios, Señor y Salvador. ¡Te alabamos y te adoramos bendito Dios!

Un abrazo y bendiciones.

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