Cuando llegaron al lugar, les dijo: Oren para que no caigan en tentación.
Lucas 22:40. NVI.
Lectura: Lucas
22:39-46. Versículo del día: Lucas 22:40.
MEDITACIÓN DIARIA
El mismo Señor Jesús nos dio
el ejemplo de orar. Él no solamente les dijo a sus discípulos que lo hicieran, sino
que también lo hizo. El Señor oró en un momento crucial; le pidió al Padre: “Padre,
si quieres, no me hagas beber este trago amargo; pero no se cumpla mi voluntad,
sino la tuya” (v, 42).
Muchas veces nos tildan
de buscar al Señor en situaciones difíciles, pero leyendo el pasaje de hoy,
vemos cómo Jesús imploró ayuda de Dios Padre cuando se sintió débil y solo. A
pesar de estar con sus discípulos en ese momento de su angustia extrema, estuvo
solo. A ellos los venció el sueño, por eso el Señor les exhorta: “Levántense y
oren para que no caigan en tentación” (v. 46). Ahí tenemos la clave para ser
fuertes y resistir al maligno: orar, orar y orar. Además, se nos da esa orden
en una de las Cartas del apóstol Pablo: “Orad sin cesar”. (1 Tesalonicenses
5:17 RVR 1960). Lo transcribí en la Versión Reina Valera para que se entienda
más el imperativo; o sea es una orden. También tengamos en cuenta que no se
haga nuestra voluntad sino la de Dios. Entonces oremos:
Bendito Señor Jesús:
gracias por enseñarnos a orar como Tú lo hiciste. Queremos seguir tu ejemplo. Dejamos
nuestras vidas en tus manos y a la vez te damos gracias porque siempre estás
pendiente de cada uno de los tuyos y tienes en cuenta nuestras peticiones. ¡Te
alabamos y te adoramos precioso Señor!
Un abrazo y bendiciones.
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