El Señor levanta a los caídos y sostiene a los agobiados.
Salmo 145:14. NVI.
Lectura: Salmo 145:1-21. Versículo del día: Salmo 145:14.
MEDITACIÓN DIARIA
No podemos decir que somos infalibles y nunca caemos.
Sería una mentira. El Señor es tan misericordioso que aun sin merecerlo vamos
caminando, tropezando y cayendo, pero nuestro buen Jesús, así no lo veamos o
creamos, está sosteniéndonos de su mano (Salmo 37:24). El amor que un día nos
ofreció no era solamente por ese día, ni por un mes o un año, es por siempre y
cuando le hemos entregado con sinceridad nuestro corazón, jamás nos va a
soltar. El Señor Jesús ya nos justificó con su sacrificio en la cruz. Él pagó
por todas nuestras transgresiones. Eso nos hizo justos delante de Dios Padre; y
el Señor sostiene a los justos (Salmo 37:17b).
¡Gloria a Dios! Si no fuera por eso, quién sabe en
dónde estaríamos. Su bendita gracia se desborda para con su amor incondicional
volvernos nuevamente hacia sus brazos. Esto me recuerda lo que dice el Libro
del profeta Oseas: “Por eso, ahora voy a seducirla: me la llevaré al desierto y
le hablaré con ternura” (Oseas 2:14). Sí, ese es nuestro Dios: perdonador,
compasivo, amoroso. Es el mejor de los amores porque viendo que le hemos sido
infiel, en vez de alejarnos nos atrae con lazos de amor.
Mi buen Jesús amado: gracias porque pese a dejarnos
llevar por la naturaleza pecaminosa, Tú
estás listo a sacarnos del foso y convertirnos en dadores de esa luz y gracia
tuya. ¡Qué valor tiene tu gracia derramada! Solamente cuando nos concientizamos
de ella es que nos sentimos en verdad libres. Gracias por darnos el privilegio
de ser tus hijos. ¡Te adoramos bendito Dios!
Un abrazo y peticiones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario