martes, 30 de julio de 2019

Abre nuestros ojos para apreciarlos


Sin embargo, como está escrito: Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ninguna mente humana ha concebido lo que Dios ha preparado para quienes lo aman. 
1 Corintios 2:9. NVI.

Lectura: 1 Corintios 2:1-16.  Versículo del día: 1 Corintios 2:9.

MEDITACIÓN DIARIA

El capítulo nos habla sobre la sabiduría que tenemos como creyentes en el Señor Jesucristo. Una sabiduría dada por el Espíritu de Dios, precisamente para no confundirla con la sabiduría del mundo; y que Dios había destinado para nosotros desde la eternidad (vv. 6-7). En efecto, es el Espíritu de Dios quien nos revela todo. “Nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que procede de Dios, para que entendamos lo que por su gracia él nos ha concedido”. Así que es hora de apreciar el verdadero sentido de su gracia. Gracia regalada en el mismo momento en que recibimos a Jesús en nuestras vidas y por la que ya no tenemos ninguna condenación.
Creo que aún no hemos visto la inmensidad de regalos de los que somos acreedores solamente por estar unidos a Cristo el Señor, porque como está escrito: “Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ninguna mente humana ha concebido lo que Dios ha preparado para quienes lo aman”. Aparte de poseer como vimos su sabiduría, poseemos su Espíritu quien es el que nos guía a toda verdad. Y es su Espíritu el que nos lleva a vivir plenamente gozando de todo su fruto. Entonces, empecemos a buscar los tesoros escondidos que Dios nos ha preparado.

Amado Señor: muchas gracias porque son muchas dádivas las que podemos disfrutar estando Contigo. Gracias por permitirnos un día conocerte como el Salvador de nuestras vidas. Llénanos de tu Santo Espíritu para que vivamos de acuerdo a tu divina gracia y acatar tu perfecta voluntad. Perdónanos por la cantidad de veces en que nos hemos alejado y por consiguiente también hemos dejado de lado los grandes regalos que siempre están listos para tomarlos. Abre nuestros ojos para apreciarlos y hacernos hacedores de ellos. ¡Alabado sea tu Nombre por siempre y para siempre!

Un abrazo y bendiciones.

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