¡Que todo lo que respira alabe al Señor! ¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor!
Salmo 150:6. NVI.
Lectura: Salmo 150:1-6. Versículo del día: Salmo
150:6.
MEDITACIÓN DIARIA
Bien dice el versículo “¡Que todo lo que respira alabe
al Señor!”. O sea: si estoy viva es porque yo respiro. Siendo así, no me queda
más opción que alabar a mi Señor. Pero me pregunto: ¿por qué no lo hago? Quizá
como todos ustedes estoy cansada, estresada, ocupada, incluso malgeniada o
dejándome llevar por situaciones vanas y sutiles. El caso es que me olvido de
alabar y adorar al que es mi Dios, Señor, Rey y Salvador. Se me olvida que si
estoy respirando aun es por su voluntad; que estuve al borde de la muerte en
dos ocasiones, al borde del secuestro y al borde de la desesperación y
angustia. Son tantas cosas por las que mi bendito Dios me ha permitido pasar,
pero de las cuales, Él con su infinito amor ha vuelto a entrelazarme en sus
brazos; me ha abrazado y devuelto el hálito que me faltaba para sucumbir. Así
que no tengo excusa: ¡respiro! ¡Estoy viva!
Oh Dios Maravilloso: a veces me confundo. Mi misma
vida es un ¡correr tras el viento! Sé que si estoy aquí no es más que por tu
misericordia y bondad para conmigo. Aun no entiendo tu propósito en mi vida y
por otro lado quizá no te he dado la cabida necesaria para que actúes plenamente.
Mi Señor y mi Dios; en muchas ocasiones te he dicho que me duele cuando repasas
nuevamente este molde y notas que todavía quieres pulirlo mucho más. ¡Ay Señor!
No soy capaz de decirte que retoques esta, tu obra. Solamente te diré que me
enseñes a mirarte con pasión y abnegación, para que cada vez que mi diafragma
se contraiga, entienda que Eres la razón por la que vivo y sigo en tu andar por
esta senda en que me muevo. ¡Gracias porque Eres mi respirar buen Dios!
Un abrazo y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario