No te apresures, ni con la boca ni con la mente, a proferir ante Dios palabra alguna; él está en el cielo y tú estás en la tierra. Mide, pues, tus palabras.
Eclesiastés 5:2. NVI.
Lectura: Eclesiastés 5:1-7. Versículo del día: Eclesiastés 5:2.
MEDITACIÓN DIARIA
Esto es hablando de lo que prometemos. A Dios no lo
podemos engañar; miremos que no es solamente decirlo sino también pensarlo.
Dios conoce todo lo nuestro, así que nuestros pensamientos no se le escapan. Y
continúa la lectura instruyéndonos: “Cuando hagas un voto a Dios, no tardes en
cumplirlo, porque a Dios no le agradan los necios. Cumple tus votos:” (v. 4).
Cuando estamos en oración al Señor o quizá pasando alguna
prueba difícil, solemos proferir promesas a Dios que de pronto no podemos
realizar. Entonces, es mejor como lo indica el versículo 5: “no hacer votos que
hacerlos y no cumplirlos”. Con Dios no se juega.
Amado Señor: gracias por tu Palabra que cada día nos
enseña nuevas cosas para tenerlas presente y poder agradarte como te place.
Gracias bendito Señor Jesús porque Tú si cumpliste a cabalidad tu misión aquí
en la tierra. La promesa de la redención se hizo posible porque te inmolaste
por la humanidad solamente por amor. Enséñanos a seguir tu ejemplo y a
responder como es debido cuando ofrecemos algo, especialmente para Ti. ¡Gracias
Señor!
Un abrazo y bendiciones.
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